El nombre e Rosa Peral, para la mayoría de los que estaréis leyendo estas líneas, probablemente ya no guardará ningún secreto: su caso ya era muy conocido debido al impacto mediático que tuvo en su momento, su posterior cobertura en el programa ‘Crims’ de Carles Porta y, sobre todo, la reciente serie de Netflix, ‘El cuerpo en llamas’. Su crimen junto a Albert López ha sido analizado, estudiado y comentado por medio mundo y, a pesar de todo eso, como veréis a continuación, siguen saliendo sorpresas.
Actualmente, Rosa se encuentra cumpliendo una condena de 25 años de prisión y Albert, el otro condenado por el conocido como ‘crimen de la Guardia Urbana’, cumple 20. Mientras tanto, las informaciones sobre este caso siguen surgiendo.
Buscando en aguas revueltas
Como ya os hemos contado en anteriores artículos, Rosa está muy enfadada por la ficción que ha hecho Netflix de su crimen y eso es algo que no ha dudado en manifestar a través de sus recientes entrevistas… entrevistas que, además, no estaban autorizadas por el centro penitenciario, cosa que le ha comportado un castigo ejemplar por parte del mismo, limitándole las visitas presenciales y llamadas telefónicas.
Un experto en psicología criminal revela el tipo de psicopatía que sufre Rosa Peral
Ahora, como ya os hemos adelantado en el título, tenemos algunos de los mensajes que López envió a Peral meses antes del asesinato, el 31 de enero de 2017, y que ha conseguido ‘Equipo de Investigación’ en exclusiva. El exagente de la ley, básicamente, recriminaba a Rosa su relación con la que, en el futuro, sería la víctima de ambos: «Eres una put* y una mentirosa. Tu ‘Pedrito’ quedó contigo en Sort y fuera de juzgados, igual que en tu casa».
Mensajes propios de una relación profundamente tóxica
Pero es que los mensajes continúan y, como podréis ver, son de lo más amenazantes: «Eres lo peor y te has cargado lo nuestro por cuatro polvos de mierda. Eres una falsa y no tienes cojones a decir la verdad y ser sincera. Me llevas mintiendo meses y no te lo perdonaré. Nunca más iremos de patrulla ni nada».
Eso sí, tras esta retahíla de mensajes violentos, parece que Albert se arrepintió porque, más tarde, mandó otros más ‘conciliadores’: «Me avergüenza cómo fui. Al perderte he llorado tanto… No te lo imaginas. Hasta ayer no era capaz de pensar en ti sin llorar. Y ahora aún me caen las lágrimas. Pero me lo gané, así que acepto mi culpa. Debí esforzarme más en amarte como mereces. Y, aunque he quedado con muchas, ni todas te sustituyen«.
Sabiendo todo lo que acabaría pasando después, este tipo de mensajes provocan unos profundos escalofríos.
Por último, esperamos que este erizo te alegre el día:
