El caso de la niña Asunta ha vuelto a estar más que presente en los medios y en las conversaciones de todo el país gracias a la flamante serie de Netflix llamada ‘El caso Asunta’. Candela Peña y Tristán Ulloa se han metido en la piel de los padres condenados a 18 años de cárcel cada uno por acabar con la vida de su hija Asunta, la primera niña adoptada de procedencia china en Galicia. El caso estremeció a todo un país y ahora las noticias continúan girando a su alrededor.
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La madre, Rosario Porto, acabó con su vida estando en prisión cumpliendo condena, pero el padre, Alfonso Basterra, continúa en la cárcel y se prevé que salga en el año 2031. A pesar de que hay una condena firme para ambos, lo cierto es que la historia no está clara ni cerrada y es que las contradicciones de ambos y su intención de convencer a la justicia que eran inocentes dejó numerosas preguntas en el aire que probablemente nunca lleguen a responderse.
Ahora, unas declaraciones de Alfonso Basterra se han convertido en noticia por lo estremecedoras que son. «Tengo el firme propósito de desaparecer. Nadie volverá a saber de mí. Solo tengo una razón para seguir con vida, que no es otra que volver a ser un hombre libre y reunirme con mi niña», ha comenzado diciendo el padre de Asunta. Al parecer, Basterra tiene claro lo que hará cuando consiga la ansiada libertad.
«Ya lo tengo pensado», dice Alfonso
«Ya tengo pensado el cómo y el dónde, tan solo me falta el cuándo, pero todo llega. Pido que cuando se conozca mi fallecimiento descorchen una botella de cava y brinden», añade desde prisión. Además, Alfonso añade: «El perdón es mi camino. La rabia y la ira llevan destrozándome y devorándome años». De momento, habrá que esperar para saber si este caso nos vuelve a sorprender con algún giro de guion.
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La criminóloga Beatriz de Vicente ha explicado en Espejo Público el motivo por el que en ciertos casos se condena sin la necesidad de haber unas pruebas concretas: «Muchas veces no hacen falta pruebas, y más en este tipo de delitos, para condenar. Y hubo indicios que eran muy difíciles de salvar. Muchas veces se condena sin motivos, pero sí con indicios». Este caso nos recuerda ligeramente al de Guardia Urbana, debido a que tanto Rosa Peral como Albert López fueron condenados también de la misma manera.
Por último, esperamos que esta cabra te alegre el día:
