“El cuerpo en llamas” ha sido uno de los estrenos del año… y con razón. La serie nos cuenta uno de los crímenes más surrealistas que ha visto nuestro país y la adaptación de Netflix, en general, ha sabido captar todos esos matices de forma tremendamente solvente.
Un coche quemado con un cadáver dentro y, a su alrededor, una espiral de celos, mentiras, conspiraciones e infidelidades pero, sobre todo, a unos cuantos policías implicados. Y es que es precisamente esto último lo que hace que toda esta historia cobre el peso que tiene.
¿Dónde está la Guardia Urbana?
Lo curioso es que, mientras que la historia real está protagonizada por unos miembros de la Guardia Urbana, este cuerpo policial ni se menciona en la serie de Netflix… y esto tiene una explicación, como ahora veréis.
Las caracterizaciones de la serie, especialmente la de Úrsula Corberó como Rosa Peral, son muy detalladas y, en general, fieles a la realidad. Precisamente por eso chocaba tanto ver en los uniformes y en los coches de policía que, en lugar de ‘Guardia Urbana’ pusiese ‘Policía de Barcelona’. Y el motivo principal es que la producción no llegó a un acuerdo con el Ayuntamiento para utilizarlos (y haberlo hecho los habría expuesto a una demanda).
No fue una cuestión de permisos
Para utilizar el uniforme de un cuerpo policial oficial se debe pedir permiso a la autoridad competente con el objetivo de que, básicamente, no se utilicen para cosas ‘indebidas’. En este sentido, a la producción de la serie de Netflix sí le dieron el permiso para utilizar los uniformes… pero el problema fue otro.
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El departamento de Comunicación del Ayuntamiento autorizó utilizar los uniformes de la Guardia Urbana de 2017, año en el que ocurrió todo el caso, pero resulta que fue la productora la que lo rechazó alegando que no acababan de quedar bien en pantalla: tenían mucho color amarillo muy fluorescente, unos cuadros blancos y azules y una franja azul marina que, según ellos, quedaba ‘poco cinematográfica’.
Un uniforme alternativo
Fue entonces cuando producción pidió un uniforme ‘más sobrio’ como el actual, pero ahí si ya se negaron y no aprobaron este cambio de uniforme: o el antiguo o nada. Así pues, la productora decidió descartar el oficial y utilizar unos de invención propia: un escudo diferente, un color mucho más sobrio y la utilización del nombre ‘ficticio’ de Policía de Barcelona en lugar del nombre oficial de Guardia Urbana. Esto, evidentemente, también tuvo que aplicar a los vehículos y, en general, a todo lo relacionado con el cuerpo policial.
Es por todo esto que no hay una sola referencia en toda la serie a la Guardia Urbana, ni visual ni verbal. Esto, en el caso de los Mossos, no ocurrió, ya que de ellos sí consiguieron el permiso y utilizaron el uniforme de 2017 que, al parecer, sí convencía a la producción. En fin, cosas de artistas.
Fuente: El Comercio.
Por último, esperamos que este erizo te alegre el día:
