Se repite mucho esa frase de que, cuando estás a punto de morir, tu vida entera ‘pasa ante tus ojos’… pero, ¿Qué hay de verdad en todo esto? ¿Es científicamente posible? Pues lo cierto es que hay un experimento clínico que podría arrojar un poco de luz (al final del túnel) sobre este asunto.
En un hospital de Estonia, el doctor Raúl Vicente y su equipo se encontraban tratando a un hombre de 87 años que sufría de graves crisis epilépticas. Como mandaba el protocolo, el paciente estaba constantemente sometido a una monitorización de su actividad cerebral. Esto se hace con el objetivo de detectar sus convulsiones y poder tratarlas, además de estudiar los patrones.
El problema es que dada la avanzada edad del hombre y su deteriorada salud, acabó sufriendo un infarto fulminante que lo dejó sin vida… pero claro, todo esto ocurrió mientras le monitorizaban su actividad cerebral, por lo que había un registro exacto antes y después de que su organismo se detuvo.
Para el estudio se centraron en los 900 segundos de actividad cerebral cerca de la muerte, sobre todo en los 30 segundos alrededor del último latido. Justo en ese tramo de tiempo detectaron ondas de actividad cerebral muy parecidas a las que se dan cuando estamos soñando, y esto podría ser tremendamente indicativo.
Ajmal Zemmar, director del estudio, lo describe de esta forma: “A través de la generación de oscilaciones involucradas en la recuperación de la memoria, el cerebro puede estar jugando un último recuerdo de eventos importantes de la vida justo antes de morir, similar a lo reportados en experiencias cercanas a la muerte”.
¿Y qué hay de la luz al final del túnel?
Esto es algo que también se escucha mucho cuando se habla de ‘experiencias cercanas a la muerte’, y es el hecho de que, cuando nuestra ‘alma’ se desprende del cuerpo, se dirige a una especie de túnel luminoso al que mucha gente señala como ‘el Cielo’… pero, ¿qué dice la ciencia de esto?
Pues en 2011, dos científicos de centros de investigación británicos publicaron un estudio tras haber analizado varias experiencias cercanas a la muerte… y resulta que lo de la luz al final del túnel es algo que le pasa también a muchos pilotos de avión.
Esto podría deberse a una isquemia retinal, un fenómeno ocurre cuando el ojo comienza a ver mermado su suministro de sangre y oxígeno. Esto, como ya os podréis imaginar, puede ocurrir cuando el corazón se está apagando y el riego sanguíneo es insuficiente, pero también con los pilotos de combate y de acrobacias, que por las fuerzas G pueden experimentar bajadas de presión arterial que también provocan ese efecto en los ojos.
Lo que parece claro es que la mayoría de estas experiencias cercanas a la muerte tienen una explicación científica y, como suele ser habitual en estos casos, lo mejor es esperar a que los estudios vayan arrojando un poco más de luz (ahora sí, fuera del túnel) sobre estos ‘misterios’.
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Fuentes: Hipertextual.
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