Lo que sucedió en Cambridge, provincia de Ontario, es de no creérselo. Y es que la familia Ayres protagonizó una noticia extraordinaria con el nacimiento de su quinto hijo, Sonny. Lo excepcional de este evento radica en las impresionantes dimensiones del recién llegado a este confuso y cruel planeta, que dejó boquiabiertos incluso a los profesionales médicos del Cambridge Memorial Hospital.
Sonny, quien vio la luz el pasado 23 de octubre, destacó no solo por ser un bebé muy sano y risueño, sino también por su peso fuera de lo común: más de 6,5 kilos y una longitud de 55 centímetros. Esta cifra sobrepasa significativamente el peso promedio de un recién nacido varón en el país de Donald Trump, establecido en aproximadamente 4 kilogramos por los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) de Estados Unidos.
Pillados por sorpresa
La noticia sorprendió a la familia Ayres, quienes no imaginaban que su quinto hijo sería tan grande ya que nada del embarazo lo había anticipado. Chance Ayres, el padre de la criatura, compartió su asombro con los medios de comunicación, expresando que ni en sus mejores sueños esperaban un bebé de tales proporciones.
El nacimiento de Sonny también marcó un hito para el hospital, ya que se trata del bebé más grande que ha nacido allí desde 2010. El doctor Asa Ahimbisibwe, obstetra y ginecólogo del hospital, compartió su sorpresa y afirmó que Sonny es el bebé más grande al que ha asistido después de los hermanos mayores de la familia Ayres.
Una familia de ‘grandullones’
Britteney, la madre, ya tiene experiencia en dar a luz a bebés grandes. Sonny es el tercer hijo de la familia con dimensiones notables, ya que sus hermanos mayores, Marigold y Lucky, también nacieron pesando y midiendo bastante más de lo que cabría esperar. Por lo que la genética en esta familia está más que clara.
El parto de Sonny, debido a su tamaño, fue por cesárea, una experiencia que para la madre ya es más que familiar porque para bebés tan grandes, en muchos casos, no hay alternativa. A pesar de nacer una semana antes de lo esperado, el pequeño volvió pronto a casa junto a su familia junto a sus otros cuatro hermanos mayores.
La familia Ayres disfrutó de este momento tan especial y afirmaron sentirse afortunados con la llegada de Sonny. Sin embargo, aseguraron que no planean tener más hijos… y lo cierto es que no los culpo. Por lo demás, Sonny tendrá muchas anécdotas que contar cuando sea mayor y vea estos recortes de prensa.
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Fuente: La Vanguardia.
Por último, esperamos que esta cabra te alegre el día:
