La discusión entre el dueño de un bar y un hombre que busca trabajo que ha enfurecido a Twitter

Hablar de anécdotas relacionadas con el sector de la hostelería es, por lo general, meterse en un berenjenal importante… y hoy no va a ser diferente, como bien ya os hemos adelantado en el título.

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Hoy os traemos una conversación de WhatsApp entre un hostelero y un hombre que aspira a trabajar en un bar del pueblo al que se acaba de ir a vivir; hasta ahí, nada raro respecto a cualquier proceso de alguien que busca trabajo. La cosa es que, a medida que iba avanzando la conversación, la cosa se fue complicando mucho.

Lo peor es que, al principio, todo pintaba bien: el trabajador le pregunta el hostelero si ha visto su currículum y el empresario le dice «no había tenido tiempo». Cuando lo ve, le dice que le parece, básicamente, un trabajador ‘sobrecualificado’ para trabajar en un bar de pueblo, por lo que llega a dudar de la veracidad del currículum.

Es entonces cuando el aspirante le dice que puede pedir referencias y que si fue al pueblo fue para estar más cerca de un familiar que tiene problemas de salud. Y es aquí cuando todo se comienza a torcer.

El hostelero, algo más convencido, le dice que se pase el miércoles 12 por el bar para hacer una prueba, a lo que el hombre le pregunta que cuántas horas serán y cuánto le pagarán. Y esto no gustó demasiado al propietario del bar.

«No no, en la prueba no estás de alta porque no sé si te quedarás o no, trabajarás en el primer turno, son unas 5 o 6 horas y cobrarás más de lo que estás cobrando ahora seguro. Es de mal gusto preguntar eso, te pagaré igual que al resto de camareros. Nuestro bar es el que mejor paga en este pueblo, no te preocupes por eso«, le escribe el propietario, ya algo alterado.

El trabajador le dice que no es mala educación saber cuánto va a cobrar por su trabajo, y le detalla que en otros bares del pueblo ya le ofrecieron 5 euros por hora, cosa que no pensaba aceptar.

El hombre le dice que le pagaría 30 euros por medio día y 50 por los dos turnos y, respecto al horario, de 12:00 a 17:30 «más lo que tardéis en limpiar el bar para el cierre, ya eso es cosa vuestra«.

El hombre no daba crédito

«O sea, pongamos que tardamos 30 minutos en limpiar. Sería de 12 a 18 y de 20 a 1, 11h por 50€, no llega ni a 5€ la hora. Supongo que un contrato de 8 horas con dos días libres, pagas extras, vacaciones, nocturnidad, horas extra y tal será una broma oírlo para usted no?», le pregunta el hombre, que no da crédito a lo que está leyendo.

Pero el empresario añade que los camareros fijos cobran 1.2000 euros al mes y que libran un solo día a la semana: «y a veces cuando la familia tiene algún evento el sábado cerramos y todos los camareros libran».

Y la cosa no acaba ahí (por desgracia): «Aquí no pagamos pagas extras, está todo incluido en los 1200, y las horas extras son cosas del diario, no se puede controlar en hostelería las horas, si lo hacéis bien cerrareis antes y si no pues es cosa vuestra lo de las horas».

El aspirante a trabajador no se lo puede creer: «Pero, pero, pero, ¿en serio? […] O sea si usted quiere pegarse una fiesta le roba medio día a los camareros que ellos no tienen nada que ver con esa fiesta suya, paga 1.200 todo incluido por 11 horas día y no voy a preguntar cuántas horas les da de alta porque ya me lo imagino».

«Menos mal que no has querido venir porque lo que me faltaba a mí es un camarero que pretenda que yo lo saque de pobre, aquí hay que currar y de camarero no quieras tú cobrar y vivir como un funcionario. Te vas a tener que volver a donde estabas porque aquí no vas a encontrar nada», le acaba soltando el hostelero.

Como ya os podréis imaginar (y como podréis comprobar en los comentarios), la conversación ha generado muchísimo debate y, en general, la mayoría ha empatizado muchísimo con el hombre que buscaba empleo. Y es que eso de tener condiciones laborables infrahumanas es algo terriblemente habitual en el mundo de la hostelería.

Por último, esperamos que este erizo te alegre el día:

Esta acalorada discusión entre un cliente y el dueño de un restaurante ha generado polémica