Desde hace unas semanas está disponible en Netflix la que, con casi total seguridad, será la serie española más viral del año: ‘El cuerpo en llamas’. 8 capítulos en los que se nos cuenta, de forma ficcionada, el crimen real que sacudió Barcelona en 2017 y que tenía como implicados a varios miembros de la Guardia Urbana.
La historia de Rosa Peral y Albert López es de sobra conocida y, si habéis visto la serie, habréis comprobado que esta ha trasladado bastante bien la historia oficial y por la que se condenó a los implicados. Y gran parte del mérito de este éxito lo tienen sus actores protagonistas, particularmente Úrsula Corberó, que lleva a sus espaldas toda la producción y sale en prácticamente todas las tomas de los ocho capítulos. Que se dice pronto.
Unas cuantas líneas rojas
Ahora, en una reciente entrevista para Vertele!, Úrsula Corberó y Quim Gutiérrez hablaron largo y tendido sobre algunos de los secretos tras las cámaras de la serie y, sobre todo, revelaron las ‘líneas rojas’ que decidieron no cruzar a la hora de trabajar en esta ficción.
Es bastante habitual que, cuando un actor va a dar vida a una persona del mundo real que sigue viva, este intente contactar con ella para ‘empaparse’ de la historia real y así poder trasladar de forma más veraz su interpretación a la pantalla. ¿Cómo son realmente? ¿Qué los impulsó a hacer lo que hicieron? Cosas muy interesantes que, en este caso, se descartaron.
Nada que ver con los implicados
Y es que tanto Úrsula Corberó como Quim Gutiérrez se negaron a entrevistarse con los verdaderos responsables de lo relatado en El cuerpo en llamas ya que, básicamente, consideraron que no sería lo más oportuno. Corberó, por ejemplo, rechazó cualquier tipo de contacto con la expolicía para dar vida al personaje como ella considerase.
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«Tuve que marcar ciertas barreras para protegerme, para sentir que estaba alejada de la persona real y que yo estaba haciendo un personaje ficticio (…) Me hice mi propia coraza», reveló la actriz en su entrevista.
«Cuando haces un personaje real que está en la cárcel por haber cometido un delito, hay líneas morales que son muy difíciles de sobrepasar», explicó Quim por su parte, quien añadió que «la pregunta de por qué dos personas que no son psicópatas matan es el mayor quebradero de cabeza que tenemos», y esta fue una cuestión que a Úrsula le «persiguió durante mucho tiempo».
Vista ahora la serie, parece claro que no hizo falta contactar con los criminales reales para reflejar una historia bastante apegada a la versión oficial de la policía, y que además resultase entretenida para el público.
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Fuente: Hobby Consolas.
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