El renacer del ‘Grand Prix’ ha sido una auténtica revolución. Este era un programa que llevaba casi 20 años sin emitirse y que todos recordábamos con bastante cariño y, precisamente por eso, cuando se anunció su regreso, con la alegría también nos llegó el recelo: ¿y si la realidad no estaba a la altura de la nostalgia? Por suerte, hace ya casi un mes, cuando La 1 estrenó la nueva temporada del concurso, todas nuestras dudas (o casi todas) se disiparon.
El concurso estaba de vuelta y la esencia del mismo se mantenía: prácticamente todos las pruebas clásicas regresaban, las nuevas estaban a la altura de las clásicas y Ramón García volvía a ponerse al volante como presentador. De hecho, las mayores dudas de los espectadores una vez estrenado el formato fue la incorporación de Cristinini como comentarista; por lo demás, había un cierto consenso de que el regreso había valido la pena.
La polémica por la vaquilla
Pero si hubo un cambio que ‘chocó’ por encima del resto es el de la vaquilla. Como ya bien sabréis, por la concienciación que hay en la actualidad contra el maltrato animal, lo de lanzar una vaquilla en medio del plató del concurso es algo de lo que, en esta nueva edición, se ha prescindido.
En su lugar, desde la producción han optado por convertir a la vaquilla en una especie de comodín que, en lugar de ser un animal de verdad, es una persona con un disfraz bastante ‘cartoon’ de la mítica vaquilla. Una propuesta que, a priori, puede resultar extraña pero que, una vez dentro del concurso, no desentona tanto.
Evidentemente el efecto no es el mismo, pero eso se compensa con la calidad del resto de pruebas. Y es que, al menos nosotros, en ningún momento, hemos echado de menos el antiguo concepto de la vaquilla.
El hombre tras el disfraz
Y lo que mucha gente se ha preguntado desde entonces es, ¿quién diablos se esconde bajo el disfraz de la vaquilla? ¿Quién ese esa persona cuyo trabajo consiste en entorpecer la prueba del equipo contrario? Pues ahora lo veremos.
Se trata nada más y nada menos que de Miguel del Pozo, un atleta profesional que también está muy metido en el mundo del baloncesto, concretamente del Estudiantes, ya que es él quien da vida al mítico delfín Ramiro, la mascota oficial del equipo.
Ahora, en esta nueva etapa profesional, ha cambiado el disfraz de delfín por el de la vaquilla más famosa de la televisión, que no está nada mal, la verdad.
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Fuente: Mundo Deportivo.
Por último, esperamos que este erizo te alegre el día:
