Le época dorada de los reality shows queda ya bastante lejos. Estos no han dejado de existir, pero lo cierto es que su popularidad ahora está por los suelos. Aquella época en la que las cadenas apostaban por este tipo de formatos para atraer a los espectadores parece haber quedado atrás. Sin embargo, hay un programa en particular que se destacó sobre los demás y que protagoniza nuestra historia de hoy: ‘La casa de tu vida’.
‘La casa de tu vida’ fue el reality show que rompió esquemas en el año 2004. Ocho parejas provenientes de diferentes puntos de España se enfrentaban a un doble desafío: construir una casa espectacular y demostrar que eran capaces de convivir entre ellos para ganar el premio que consistía en precisamente eso: una vivienda lujosa y espectacular. Como puede que recordéis, el presentador de todo esto fue el mítico Jordi González.
La pareja más querida del programa
Juanma y David no fue solo una de las parejas más queridas de aquella edición, sino también al que acabó alzándose con el gran premio. Sin embargo, su historia no resultó ser tan idílica.
Ambos se convirtieron en un referente para la comunidad LGTBIQ+, ya que hasta entonces eran pocos los concursantes de programas de televisión que habían hablado abiertamente sobre su orientación sexual. Pero lo que dentro del concurso fue todo trabajo en conjunto y amor, fuera no fue más que una pesadilla. Y ahora entenderéis por qué.
La cosa es que, tras su salida de ‘La casa de tu vida’, Juanma y David se pasearon por todas las televisiones presumiendo de estar muy enamorados y de empezar la que sería ‘la mejor etapa de sus vidas’.
Juanma se convirtió en colaborador del programa de tarde de aquella época, A tu lado, mientras que David fichó por otro de los ‘grandes’ del momento: El programa de Ana Rosa. Y todo esto ocurrida mientras el programa construía la casa que habían ganado en Cádiz, donde ambos residirían… ¿por el resto de sus vídas?
La pesadilla comenzó con la entrega de las llaves: la casa, incluyendo el terreno, estaba valorada en 800.000 euros, por lo que tuvieron que hacer frente a los impuestos correspondientes. Para poder pagar la deuda, se vieron obligados a hipotecarse, y en caso de no poder cumplir con los pagos, su hogar sería embargado.
Esto pasó factura a ambos y Juanma llegó a pesar 150 kilos, cosa que perjudicó gravemente su salud y, en general, todos los aspectos de la que se prometía como una ‘vida idílica’.
En cuanto a la casa, David afirmó haber vivido allí por un tiempo mientras Juanma trabajaba en Madrid. Esta situación, con el tiempo, fue insostenible para ambos. Sin embargo, su expareja contó una versión muy diferente. «Yo dejé mi casa de Chiclana porque David metió allí al novio que se echó, aunque ya habíamos pactado no meter allí a ninguna pareja. Pero aún así yo seguí pagando todos los gastos aunque yo no estuviera», aseguró Juanma.
Finalmente, el costo de la casa resultó ser abrumador y tuvieron que venderla en condiciones desfavorables, lo que se conoce popularmente como ‘mal venderla’. Y así acabó lo que comenzó como una bonita historia de amor que acabó consumida por la televisión y las deudas.
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Fuentes: Sensa Cine.
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