La historia de la usuaria de Twitter @maytematicas es una de esas historias que vale la pena leer porque, lamentablemente, escasean en el mundo en el que vivimos. Ella, recientemente, ha contado lo que le ocurrió con un amigo de su juventud… y ha conquistado el corazón de las redes.
Ella comenzó contando que, hace muchos años, se hizo amiga de un sevillano al que conoció a través de la plataforma del pajarito azul: «Al mes de empezar a hablar fue a visitarme a Granada. 14 y 15 años teníamos«.
Hoy os traigo el verdadero “con vergüenza no se va a ningún lado”.
Hace 9 años conocí gracias a Twitter y su magia a un chaval de Sevilla. Nos hicimos muy amigos y al mes de empezar a hablar fue a visitarme a Granada. 14 y 15 años teníamos. pic.twitter.com/23liw8vyS6— Mªyte (@maytematicas) May 19, 2023
Su historia de amistad iba viento en popa hasta que, en 2016, algo se torció y él dejó de hablarle de forma abrupta, sin darle ninguna explicación al respecto. Esto provocó en ella un terrible malestar que, al menos hasta hace 4 años, no le permitía hablar del tema «sin romperse».
Muchos años para armarse de valor
«Tras el dolor de no saber qué se le pasó por la cabeza para dejar de hablarme vino la preocupación y la curiosidad de saber cómo estaba, más grande que cualquier sentimiento negativo hacia él y lo que hizo», detalló la usuaria.
Cuatro años después más o menos podía ya hablar del tema sin romperme. Tras el dolor de no saber qué se le pasó por la cabeza para dejar de hablarme vino la preocupación y la curiosidad de saber cómo estaba, más grande que cualquier sentimiento negativo hacia él y lo que hizo.
— Mªyte (@maytematicas) May 19, 2023
Todo la llevó a que, en 2020, comenzase a plantearse volver a hablar con él: «Siempre que el pensamiento aparecía por mi mente venía el de ‘él te dejó de hablar, posiblemente no quiera saber nada de ti y te odie’ detrás».
Heridas que se cierran
«En marzo de este año, unas semanas después de que varias muertes repentinas sacudieran mi vida y la de personas cercanas, uno de mis primeros pensamientos fue Pablo», relató la joven que, llegados a ese punto, decidió sacarse de una vez la espinita que «tenía clavada»… y le escribió a su examigo: «Me daba igual si me daba a la mierda o no. Yo quería quitarme ese peso de encima ya».
Efectivamente no pasó de mí. Me dijo que sentía mucho haber hecho las cosas como las hizo y me dijo que también quería recuperar el contacto.
Hemos estado casi dos meses hablando y poniéndonos al día.— Mªyte (@maytematicas) May 19, 2023
Ella, armada de valor, le escribió un mensaje y él, contra todo pronóstico, acabó contestando: «Me dijo que sentía mucho haber hecho las cosas como las hizo y me dijo que también quería recuperar el contacto. Hemos estado casi dos meses hablando y poniéndonos al día».
Lo mejor de todo es que, recientemente, pudieron reencontrarse, quedaron, e intentaron recuperar el tiempo perdido, y todo esto resumido en una bonita foto. Mayte, por su parte, tiene clara la moraleja de todo esto: «No deis nunca nada por perdido. Si queréis recuperar el contacto con alguien hacedlo, no tenéis nada que perder. Somos muy pequeños e insignificantes como para darle importancia a un mensaje. Y otro consejo totalmente gratuito: Los ‘malos’ no son tan malos».
Así que tras 7 años distanciados estos somos nosotros, sin miedo a admitir los fallos que pudimos tener ambos, con muchas ganas de seguir compartiendo la vida que ahora tenemos con el otro y recuperar el tiempo perdido. pic.twitter.com/zBDsILNGX6
— Mªyte (@maytematicas) May 19, 2023
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Fuente: El Huffpost.
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