La tragedia de OceanGate es uno de los acontecimientos que, hasta ahora, más han marcado este 2023. No se trata solo de que hayan fallecido cinco personas a bordo de ese submarino turístico, es que, a medida que salen más y más informaciones al respecto, la cosa se torna cada vez más turbia.
La cuestión es que, hace un par de años, David Lochridge, exdirector de operaciones marinas de OceanGate, envió un correo electrónico interno en el que advertía de que había detectado unas graves y preocupantes carencias de seguridad en el Titan, el sumergible accidentado. Él consideraba que ese vehículo en absoluto era apto para bajar hasta la profundidad en la que se encuentran los restos del Titanic… y el tiempo, lamentablemente, le ha dado la razón.
En su correo, Lochridge avisaba al propio Stockton Rush de los peligros del aparato… y bueno, recordemos que Rush era el fundador de OceanGate y uno de los fallecidos en el siniestro del sumarino.
Este exempleado trabajó en la susodicha empresa entre 2015 y 2018 y, de hecho, fue despedido justamente después de expresar sus preocupaciones sobre la seguridad estructural del Titan durante la construcción del mismo. El tiempo, como ha quedado más que claro, le ha acabado dando la razón.
«No quiero que se me considere un aguafiestas, pero me preocupa que se mate a sí mismo y a otros en una «búsqueda para aumentar su ego», sentenciaba Lochridge en su correo dirigido a Rob McCallum, otro asociado del proyecto que también se desvinculó del mismo por motivos que desconocemos.
“Me considero bastante intrépido y atrevido a la hora de hacer cosas peligrosas, pero ese submarino es un accidente a punto de ocurrir”, señalaba el exdirector de operaciones. “No hay forma en la que pudieran haberme pagado para bucear con esa cosa” aseguraba al final de su mail.
Ha sido el diario británico Daily Mail el que se ha hecho eco del correo de Lochridge quien, por lo visto, había inspeccionado y revisado el submarino… y había encontrado una larga lista de ‘fallos’.
Lochridge detectó que había pegamento que se salía de las juntas, problemas en el techo del submarino, orificios de inmersión visibles o uniones hechas con bridas; una serie de elementos ya de por sí preocupantes, pero a los que había que sumarle lo que más le preocupaba al ingeniero: que el núcleo estuviera elaborado de fibra de carbono, un material que no se suele utilizar para este tipo de vehículos porque, básicamente, no es el mejor y podía fallar… y bueno, los hechos son los que son.
Cinco personas perdieron la vida el pasado 18 de junio cuando, a bordo de esta embarcación privada, buscaban dar con los restos del transatlántico. Los restos del Titan fueron hallados por el equipo de salvamento en el lecho marino a unos 488 metros de la proa del Titanic, por lo que, probablemente, la catástrofe ocurrió cuando ya estaban a una gran profundidad.
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Fuente: La Vanguardia.
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