La forma en la que ligamos ha cambiado muchísimo estos últimos años. Antes, si querías conocer a alguien, lo más habitual era ir de fiesta, quedar con amigos de amigos y, si eras muy atrevido, atreverte a tantear la cosa por Facebook o Messenger. Actualmente, la cosa es muy diferente.
Las aplicaciones de citas nos han permitido, desde la comodidad del sofá de nuestra casa, conocer a muchísimas personas que comparten nuestros gustos (más o menos) y, a través de complejos algoritmos, acercarnos lo máximo posible a nuestra potencial ‘alma gemela’. Y esto es algo que puede salir muy bien… o no tan bien.
Y es que la tiktoker @clararnaau tiene una anécdota personal que nos demuestra que, lo que puede parecer un simple ‘match’, puede acabar convirtiéndose en la peor cita de tu vida.
“Hice match con él, estuvimos hablando en la época que yo entrenaba un montón en el gimnasio y él me decía que también entrenaba muchísimo y como que parecía que teníamos los mismos intereses y demás. Hasta allí todo bastante bien”, comenzó relatando la joven en su viral historia.
@clararnaau #sotrytime #tinder #fyp #parati ♬ sonido original – C L A R A
“Me dijo que si le apetecía quedar un día, entrenar y luego me invitaba a comer a un restaurante chino que hay por aquí cerca. Llegó el día que habíamos quedado y de repente no respondía”, detalló respecto al momento antes de que todo se torciera.
La cuestión es que, cuando quedaron para comer, él tardó muchísimo en llegar. Entonces, cuando dio señales de vida, se disculpó argumentando «que se había liado» y, cuando finalmente se plantó en su puerta, ella quedó horrorizada: “Era un cani, en plan mal”.
Es entonces cuando el joven, al que llamó Ramón para mantener su anonimato, le contó que se había pasado la noche anterior de fiesta y que «no había ni dormido» y fue cuando ella reparó en que «le bailaba la mandíbula».
@clararnaau Respuesta a @laloba04 #storytime #parati #fyp ♬ sonido original – C L A R A
La cuestión es que ella se subió a su coche y él, lejos de llevarla a comer, se la llevó a un pueblo cercano porque, por lo visto, tenía que vender una moto: «aunque la moto ya me la había vendido a mí», reconoció ella.
Según ella, él tardo dos horas enteras en volver al coche y, lejos de llevar a comer al restaurante chino que le prometió, paró en un supermercado y compró dos pizzas precocinadas: “¿Las hacemos en tu casa, no?”, le soltó él.
Ella acabó aceptando ya que, según reconoce en el clip, «no sabía decir que no», por lo que se fueron a su casa, ella se puso a preparar las pizzas, comieron… y él se quedó dormido en su cama. Ella, que ya no podía más, se enfadó y acabó echándolo.
Aquí podéis ver la tercera y última parte de esta historia:
@clararnaau Ramon espero que te vaya bien con tu negocio y pero deja de venderle la moto a mujeres x tinder #fyp #parati #storytime ♬ sonido original – C L A R A
A vosotros, ¿qué os ha parecido toda esta historia?
Si os ha gustado este artículo recordad que más abajo podéis disfrutar de otros que, con casi total seguridad, os resultarán igualmente entretenidos… o eso esperamos, porque la verdad es que los hemos hecho con mucho cariño.
Fuente: La Vanguardia.
Por último, esperamos que este erizo te alegre el día:
