Sonsoles Ónega expulsa por primera vez a un invitado por lo que dijo en pleno programa: ¡Que le corten el micrófono!

Llevamos ya varias semanas escuchando una y otra vez una misma y vergonzante historia: varios miembros de las fuerzas de seguridad del Estado se están cambiando de género por unos supuestos beneficios (ficticios) legislativos que obtendrían al hacerlo. En otras palabras: hombres que se aprovechan de la Ley Trans para intentar criticarla. Y es así como encontramos a protagonistas como el de nuestra historia de hoy.

Y es que ayer, Sonsoles Ónega llevó a su programa a un exmilitar y ex guardia civil que se ha cambiado de sexo en el registro. Francisca Javier dedicó todas sus intervenciones a soltar auténticas barbaridades, como cuando comentó que mantenía su aspecto ‘de hombre’ porque «esto es como la cantidad de mujeres lesbianas que no se depilan. Cada uno puede ir como quiera». Esto, junto con otra serie de ‘perlitas’, acabó con la paciencia del resto de colaboradores y, particularmente, de la presentadora del programa.

Agotando la paciecia de los colaboradores

Valeria Vegas, colaboradora, fue una de las primeras en llevarse las manos a la cabeza con lo que estaba escuchando: «Hay cosas que no se puede. Primero, ¿por qué les seguís trayendo? ¿Van a pasar los 37 casos por aquí? (en referencia a los 37 casos en funcionarios en Ceuta que se han acogido a la Ley Trans). Pregunto, porque además son cromos. Porque repiten lo mismo. Están diciendo cosas incorrectas«.

Y a continuacíón, la periodista apuntaba a la clave de todo este caso: «Desde el minuto uno ha habido distintos intereses en tirar por tierra esta ley. O bien por quien la hizo, Irene Montero, o bien por quién beneficia, un colectivo oprimido durante años. La gente no se opuso a la ley del divorcio, pero aquí es una ley que un colectivo tiene unos derechos y eso molesta«.

Sonsoles estalla contra su invitado

Ónega, a pesar de estar alineada con la opinión general de sus colaboradores, mantuvo un poco más la calma… hasta que ya no pudo. Y es que, en un momento determinado, el invitado soltó lo siguiente: «Igual que hay 148.000 mujeres que el año pasado idjeron que habían sido maltratadas y era mentira».

«Hasta ahí podíamos llegar, esto sí que no», saltó la presentadora, que acabó de perder la paciencia con la persona que tenía delante. «Nunca me había arrepentido de traer a nadie en este plató, excepto a usted. ¡Qué le corten el micrófono!«, acabó exigiendo la periodista y escritora a la realización del porgrama.

«Eso sí que no. En este plató no. Aquí, mando yo. Y para decir barbaridades decido yo lo que escucho. No quiero saber nada más», zanjó antes de pasar a cerrar la sección y continuar con otro tema el resto del programa.

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Fuente: Antena3.

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