España es un país en el que el sector turístico tiene un peso muy determinante: cada año millones de extranjeros visitan nuestro país, nuestra casa, disfrutan de nuestra gastronomía, nuestras playas y aprenden de nuestra cultura (muy variada y diversa). Pero claro, ese ‘choque’ cultural, para muchas personas, es algo desconcertante.
Y precisamente por eso hoy os traemos una lista con algunas de las costumbres españolas que los extranjeros no acaban de entender.
El lío de los horarios
La gente que viene de otras partes del mundo no entiende nuestros horarios. En la mayoría de países europeos se desayuna muy temprano, se come como tarde a las 13 pm y la cena sobre las 19-20h… pero ‘spain is different’: desayunamos super tarde, comemos de media a las 3 de la tarde y podemos cenar perfectamente pasadas de largo las 10 de la noche.
Las misteriosas persianas
Nosotros somos muy de que nadie vea lo que estamos haciendo dentro de casa, cosa para la que acostumbramos a contar con buenas persianas en nuestras habitaciones. Pero, en el resto de Europa y en otros países como Estados Unidos o Canadá, esto es muy diferente. Ahí lo que se lleva, por lo general, es no poner absolutamente nada.
Lo de compartir
Aquí somos mucho de quedar unos cuantos para cenar, pedir varias tapas y hacer un pica-pica de toda la vida… y esto es algo que no se estila mucho en otros países, donde la gente se pide un plato individual y pa’lante.
Calzado y descalzarse
Lo habitual fuera de nuestras fronteras es que, cuando alguien llega a una casa (tanto los que viven ahí como las visitas), se tenga que descalzar en la entrada antes de pasar al resto de la vivienda.
Supermercados alucinantes
La gastronomía española es una de las mejores y más variadas del planeta, y eso es algo que se nota en nuestros supermercados. Cuando los extranjeros entran a un comercio y ven la gran variedad de productos, entre los que destaca el jamón, el aceite de oliva virgen extra o el buen vino… alucinan pepinillos.
No nos gusta susurrar
Es mu probable que una mesa con españoles se haga notar varias manzanas a la redonda. En otros países se estila más una conversación discreta entre los comensales… pero nosotros no: se nos tiene que escuchar aquí y en la China Popular.
Echarse una siesta
Hacer la siesta es algo tan natural para nosotros como el respirar o el meterle a todo aceite de oliva. Y con buen criterio. Pero claro, esto es algo que muchos otros países no acaban de entender, prefiriendo estar todo el día despiertos sin pararse un minuto si quiera a recuperar las ganas de vivir. Absolutamente incomprensible.
A vosotros, ¿qué os han parecido todas estas cosas?
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Fuente: Yasss.
Por último, esperamos que esta cabra te alegre el día: