‘¡Ahora caigo!’ es uno de los concursos más divertidos de la televisión. Esto, que podría parecer una definición demasiado ‘simplona’, realmente es muy acertada: lo que define a este programa, por encima de todo lo demás, es que consigue llegar a la esencia misma de la diversión… Y esto tiene a un claro responsable: Arturo Valls.
El presentador valenciano ha sabido llevar un programa de ‘conocimientos generales’ al siguiente nivel, dándolo siempre su ‘toque’ personal y, sobre todo, sus buenísimos chistes malos. Este hombre ha nacido para dar show y, con este concurso, ha encontrado el medio perfecto para canalizarse.
Un buen mal chiste
Ya os hemos hablado muchas veces de las cosas que pasan durante las emisiones del concurso… y es que siempre pasa algo: algún chiste que se pasa de malo, personas que se equivocan de forma flagrante a la hora de responder preguntas muy simples y, sobre todo, concursantes que son como para darles de comer aparte. Y es que este programa ha hecho de lo ‘extraño y estrambótico’ su símbolo. Y sino, que se lo digan a la protagonista de nuestra historia de hoy.
Su presentación ya dejaba entrever que la cosa se iba a poner interesante: «Me llamo Mari, vengo de Marbella y tengo 27 años. Trabajo en el departamento de contabilidad de una asesoría y en el trabajo me conocen como ‘La Rosalía'», aseguraba la concursante del pasado lunes.
Unas uñas para dominarlos a todos
Arturo, evidentemente, le preguntó el motivo de ese apodo: «Es por las uñas, y me las he hecho especiales para que tú las veas. Tengo hasta tu cara», aseguró la concursante ante la incredulidad del presentador: «¿En serio? ¿Qué dices?», exclamó el valenciano.
En ese momento, todas las cámaras del plató le enfocaron las uñas… y lo que se pudo ver es que, efectivamente, estas estaban dedicadas al completo al presentador: no solo estaba su nombre escrito, también había una pequeñísima imagen de su cara; algo nunca antes visto en el programa.
No les faltaba detalle
Al principio, Arturo se mostró un poco reticente a esta propuesta: «qué asco doy ahí… Claro, es que yo estoy en la uña, tú te sacas un moquete y soy yo el que está ahí dentro», pero acabó por agradecerle a la concursante el detalle que había tenido con él: «porque molan un montón», aseguró.
Otra de las cosas que pudimos ver al observar las uñas de cerca es que la concursante también tenía dibujada a la famosa gallina, la mascota del programa. En otra de las uñas, además, llevaba un piercing. Sin duda se trataba de una propuesta de lo más curiosa.
Hay que decir que, a pesar de haber sido la protagonista indiscutible de la noche, lo cierto es que Mari no tuvo mucha suerte en lo que al concurso se refería. Se enfrentó a Jenny, quien competía desde la trampilla central y, después de acertar la primera pregunta, con la segunda recibió el rebote de la rival y, al no saber contestarla, se precipitó hasta lo más profundo del pozo (literalmente, además).
A vosotros, ¿qué os ha parecido la propuesta estética de esta concursante?
Si os ha gustado este artículo recordad que, más abajo, podéis disfrutar de otros que, con casi total seguridad, os resultarán igualmente entretenidos… o eso esperamos, porque la verdad es que los hemos hecho con mucho cariño.
Fuente: 20 minutos.
Por último, esperamos que este erizo te alegre el día: