Es imposible pensar en la gastronomía de nuestro país sin meter en la ecuación el aceite de oliva. El único problema es que este producto, en los últimos meses, ha experimentado un aumento exorbitante de precios debido a una serie de factores que han generado una verdadera crisis en el sector.
La escasez de producción, los precios elevados en origen, los efectos de la sequía, el aumento de los insumos y la disminución de las exportaciones han contribuido a convertir el aceite de oliva casi en un artículo de lujo, prácticamente inaccesible para la mayoría de los hogares del país.
Precios por las nubes
Los datos del Índice de Precios al Consumidor (IPC) de enero de 2024 reflejan un aumento significativo en los precios, especialmente en el aceite de oliva, que ha experimentado un aumento del 62,9% en tasa interanual (enero de 2024 respecto al mismo mes de 2023), acumulando un incremento del 176,5% desde enero de 2021.
Estas cifras impactantes se traducen en precios elevados en los supermercados, lo que ha generado preocupación entre los consumidores. Sin embargo, el presidente de Deloleo, Ignacio Silva, ofrece una visión optimista sobre el futuro del sector.
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Deloleo, una multinacional española del aceite, es responsable de marcas reconocidas como Carbonell o Koipe. A pesar de registrar pérdidas de 34 millones de euros en 2023, un año marcado por el aumento más alto del precio de la materia prima en el sector, la empresa logró incrementar sus ventas en un 1% gracias a una estrategia centrada en la defensa del margen bruto unitario, a pesar de la caída en los volúmenes de ventas debido a la inflación y los precios elevados.
Un pronóstico… ¿optimista?
Ante este contexto desafiante, Ignacio Silva proyecta un panorama positivo para el precio del aceite en los próximos meses. El CEO de Deoleo estima que los precios comenzarán a estabilizarse a partir de junio, con una notable reducción al finalizar el verano.
«He visto las cifras hasta febrero y si marzo se mantiene y no nos fastidia un calor extremo durante la floración, tenemos las condiciones para que los agricultores empiecen a bajar precios después del verano«, afirmó Silva tras presentar las cifras de la compañía.
Con optimismo de cara al segundo semestre de 2024, Silva pronostica que los precios del aceite de oliva se relajarán en septiembre, o incluso antes. Esta perspectiva positiva brinda esperanza a los consumidores que han visto cómo los altos precios del aceite han impactado en sus bolsillos.
Fuente: ABC.
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