Steven Spielberg, conocido por su vasta y exitosa carrera en la industria del cine, ha tenido una vida personal y familiar que ha estado sujeta a la atención constante de los medios… y por motivos de lo más ‘curiosos’. Casado durante más de tres décadas con la actriz Kate Capshaw, su historia de amor comenzó en el set de ‘Indiana Jones y el templo maldito’, donde ambos se conocieron. Sin embargo, antes de este matrimonio, Spielberg estuvo casado durante cuatro años con la actriz Amy Irving, con quien tuvo un hijo, Max Spielberg, quien actualmente trabaja como diseñador de videojuegos.
La familia de Spielberg y Capshaw ha crecido hasta seis hijos, entre los que se encuentra Jessica Capshaw, hija de Kate de una relación anterior, que ha seguido los pasos de su madre en la industria del entretenimiento. Si ns vamos a los hijos biológicos del matrimonio nos encontramos con Sasha Spielberg, quien se ha lanzado al mundo del canto y la interpretación; Sawyer Spielberg, quien también se ha lanzado al mundo del cine y el teatro; y Destry Allyn Spielberg, quien también ha decidido seguir una carrera en la actuación.
Mikaela tiene una profesión diferente
Sin embargo, la mayor controversia en la vida familiar de Spielberg se ha centrado en Mikaela Spielberg, la hija adoptiva del director. Y es que, en 2020, cuando Mikaela tenía 23 años, anunció a todos sus fans que había decidido dar el salto a PornHub, produciendo sus propios vídeos para adultos. En una entrevista con ‘The Sun’, dejó bien claro que su sueño era convertirse en una bailarina de striptease profesional y, con el tiempo, obtener una licencia como trabajadora sexual.
Ella también reveló que esta decisión se la comunicó a sus padres mediante una llamada de FaceTime y, como ya os podréis imaginar, ambos se quedaron en shock. «Mi seguridad siempre ha sido la prioridad número uno para mis padres pero me cansé de no poder sacar provecho de mi cuerpo. Me gusta hacer este tipo de trabajo. Me gusta satisfacer a otras personas, es algo gratificante«, aseguró ella en su entrevista respecto a las dudas que se le plantearon a la hora de dar ese paso.
Alegría en Mikaela e incomodidad en Steven
Mikaela, en el punto que estaba, necesitaba ‘desvincularse’ económicamente de sus padres: «Siempre he sido una persona de naturaleza muy sexual. Mi principal esperanza es llegar a que algún día sea lo suficientemente lucrativo como para no estar atada financieramente a nadie, entonces podré empezar a decirle a la gente que no hay nada malo en que use mi cuerpo de una manera que me resulte cómodo para sustentarme. No puedo seguir dependiendo de mis padres o incluso del estado, no es que haya nada malo en eso, simplemente no me siento cómoda», aseguraba.
Fuentes cercanas a la pareja aseguran que ellos siempre están y estarán pendientes de sus hijos, pero esta situación los ha ‘superado’: «esta situación les hace sentirse avergonzados. Les incomoda la exposición pública de su hija y su deseo de dedicarse a ser una trabajadora sexual», asegura un amigo íntimo del matrimonio.
Fuente: ABC.
Por último, esperamos que este erizo te alegre el día:
