¿Por qué nos atraen los criminales? El caso de Daniel Sancho y la hibristofilia

El caso de Daniel Sancho se ha convertido, sin la más mínima duda, en el tema de este verano. Lo ocurrido entre este hombre y Edwin Arrieta en Tailandia parece estar cada vez más claro y, según las autoridades tailandeses, no les cabe la menor duda de que el hijo de Rodolfo Sancho acabó con la vida del cirujano colombiano de forma premeditada para luego desmembrarlo en 14 partes y deshacerse de ellas. Esto, en ese país asiáticos, está penado con la pena de muerte. Y es en ese contexto en el que se suceden el resto de cosas. Cosas como que, como se puede apreciar en redes y en ciertos medios de comunicación, se está haciendo un cierto ‘blanqueo’ del presunto ases*no… y esto podría explicarse por varios motivos.

Por un lado tenemos al llamado ‘efecto Halo’, un sesgo psicológico que nos hace valorar a una persona con base a una primera impresión y a raíz de un detalle concreto y, desde ese momento, la trataremos influenciados por eso. En el caso de Daniel podríamos hablar, por ejemplo, de su atractivo físico: eso podría estar condicionando claramente la percepción que tenemos de él y de lo que presuntamente ha hecho.

Pero aquí también debemos tener en cuenta una parafilia conocida como hibristofilia. ¿En qué consiste y qué tiene que ver esto con Daniel? Pues vamos a verlo.

Enamorarse de monstruos

La hibristofilia es un término que se utiliza para describir una atracción sex*al o romántica hacia personas que han cometido crímenes graves o violentos, como asesin*tos, violaci*nes u otros delitos serios. Las personas que experimentan hibristofilia pueden sentirse atraídas por la idea de estar en una relación con alguien que ha mostrado un comportamiento criminal extremo o peligroso.

Es importante destacar que la hibristofilia es un concepto controvertido y no está reconocido oficialmente como un trastorno psicológico en manuales diagnósticos como el DSM-5. Las opiniones en la comunidad médica y psicológica pueden variar respecto a si esta atracción debe considerarse una orientación sex*al o simplemente una preferencia individual.

La hibristofilia ha sido explorada en la cultura popular, la literatura y los medios de comunicación, lo que ha llevado a debates sobre sus causas y significado. En última instancia, es un concepto que puede ser objeto de interpretaciones y discusiones en el ámbito de la psicología y la sociología.

Uno de los casos más famosos de hibristofilia es el de Ted Bundy, el ases*no en serie estadounidense que, a lo largo de su estancia en prisión, recibió centenares de cartas de mujeres que, básicamente, estaban ‘enamoradas’ de él. Algo muy parecido a lo ocurrido también con Jeffrey Dahmer o Charles Manson entre otros.

En este sentido y ya yendo al caso de Daniel, podemos ver en Internet incluso cuentas ‘fan’ hechas para defender al cocinero por el simple hecho de que es ‘atractivo’. Como para darle dos vueltas.

Por último, esperamos que este erizo te alegre el día: