El programa ‘First Dates’ siempre sorprende con personajes únicos y citas memorables, y en esta ocasión no fue la excepción. Katy, una soltera que se considera a sí misma una diosa narcisista, y Iker, un experto en redes sociales y zapatillas exclusivas, protagonizaron un encuentro lleno de sinceridad y revelaciones íntimas como pocas veces se ha visto en el programa. Eso sí, como ahora veréis, el buen rollo no siempre es sinónimo de éxito.
La autenticidad de Katy
Desde el primer momento en que Katy llegó al restaurante, dejó claro que su amor propio estaba en primer lugar. Con tatuajes de sí misma y una actitud particular: «soy narcisista, yo primero y luego la gente», aseguró. Y es que esta creadora de contenido se mostró orgullosa de ser quien es y no dudó en reconocer abiertamente que su vida giraba en torno al se** y que buscaba un hombre que estuviera a la altura de sus expectativas.
La cita con Iker
Iker, también influencer y aficionado a las zapatillas exclusivas, captó la atención de Katy con su estilo de vestir. A medida que conversaban, descubrieron que vivían lejos y que tenían una diferencia de nueve años. Sin embargo, a pesar de encontrar intereses comunes, la falta de atracción fue evidente y uno de los puntos más decisivos de toda la cita.
Preguntas y respuestas muy directas
Durante la cita, Katy no dudó en plantear preguntas sex***es a Iker, revelando su papel como creadora de contenido para adultos en las redes sociales. Iker, sorprendido al principio, aceptó la idea de colaborar en futuros proyectos: «depende de la localización y eso, pero igual sí».
La conversación se intensificó cuando Katy indagó sobre la experiencia se***l de Iker, incluyendo detalles sobre el tamaño de su pen* y su habilidad en la cama: «no me la he medido, pero está bien, estoy bien armado», aseguró el joven. También dijo, con algo de timidez, que lo «usaba bien»; todo muy subido de tono, como podréis comprobar.
Una amistad sin atracción
Aunque Iker admitió que encontraba a Katy atractiva, también expresó que no había sentido una conexión más profunda. Ambos coincidieron en que tenían buen rollo y disfrutaron de la conversación, pero no lograron establecer la atracción física y se***l que buscaban en una pareja romántica.
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