Una pasajera enloquece, se queda en topless y muerde a un azafato que muestra el resultado

Anzhelika Moskvitina no ha tenido un vuelo en avión precisamente calmado. Esta mujer de 49 protagonizó, hace unos días, una escena verdaderamente demencial a más de 10.000 pies de altura: se quitó la ropa, intentó interrumpir en la cabina de los pilotos, exigió fumarse un cigarro y llegó incluso a morder a uno de los azafatos.

Ocurrió en un vuelo de la compañía rusa Aeroflot que se dirigía de Stavropol a Moscú. Al parecer, la nave pasó por unas fuertes turbulencias, momento tras el que la mujer se levantó de su asiento y se dirigió a uno de los lavabos del avión, según informó el Daily Star.

Caos sobre las nubes

El relato de lo ocurrido es algo confuso, pero parece que la mujer se intentó encerrar primero en el lavabo para fumar. Luego, ya fuera, delante del resto del pasaje, se quitó la ropa, quedándose en topless, y volvió a intentar fumar.

Fue entonces cuando intentaron detenerla y taparla con topa, momento en el que la mujer se habría puesto de lo más violenta, llegando a morder a uno de los miembros de la tripulación. Según se cree, la mujer estaba en estado de embriaguez.

Finalmente, por orden del capitán de la nave, le colocaron unas esposas de plástico y la redujeron hasta que el aparato pudo aterrizar con seguridad en el aeropuerto de destino. Como podréis ver en las imágenes, uno de los azafatos sufrió fuertes heridas por mordedura en su brazo. La mujer, por su parte, solo gritaba que todo el mundo estaba «condenado».

En el vídeo se puede ver a la señora en un rincón del avión, completamente desnuda, mientras el personal le pide que regrese a su asiento: «Señora, tome asiento y vístase. ¿Dónde está su ropa?».

«¿Entiende que está violando las reglas de comportamiento en el avión?. Aquí hay niños. Respételos al menos», le recuerdan… para nada, porque ella parece estar completamente ida.

Las respuestas que ella daba denotaban que algo no estaba yendo bien: «Respeto a los niños. Además, me encantan los niños. Tengo entendido que iré al hospital psiquiátrico o a una prisión. Pero quiero ir a la cabina».

Aquí podéis ver el vídeo:

Tras forcejear con ella para ponerle la ropa, soltó cosas como: «Por favor, aléjate de mí. Mátame aquí, pero fumaré». Por suerte, había un médico a bordo que pudo hacerle un chequeo mientras el avión aterrizaba.

A vosotros, ¿Qué os ha parecido toda esta historia?

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Fuente: La Vanguardia.

Por último, esperamos que este erizo te alegre el día: