Descubre qué es el ‘Cookie jarring’ y si estás siendo víctima o verdugo de esta práctica

Como ya viene siendo habitual desde hace unos años, cada vez que se identifica una nueva dinámica social (ya sea entre parejas, amistades o relaciones laborales), vamos corriendo al diccionario de nuestros vecinos anglosajones para acuñar un término que no sirva para bautizarla. Y es que, en inglés, todo suele molar un poco más (para qué nos vamos a engañar).

Hoy, siguiendo esta línea, os vamos a hablar del ‘cookie-jarring’ que, a pesar de sonar a receta de TikTok, lo cierto es que, lamentablemente, no tiene nada que ver con ello. Se trata de, básicamente, una dinámica tóxica que, muy probablemente, todos habremos vivido (como víctimas o como verdugos).

Comienzas a quedar con alguien, la relación empieza a ir a más y decidís cerrarla para que sea una relación monógama y con exclusividad. Hasta ahí, si es consensuado, todo bien. La cuestión es que, de repente, descubres que tu pareja sigue ‘tonteando’ con otras personas y, cuando la confrontas, te suelta que lo hace porque «simplemente quiere tontear».

Es aquí cuando entramos en el temido ‘cookie-jarring’: tener una relación cerrada, pero mantener a otras personas ‘por si acaso’. De ahí el nombre: la jarra de galletas que tienes en la despensa por si te entra hambre y quieres picotear un poco.

¿Cómo saber si estás siendo víctima de ‘cookie-jarring’ y qué hacer?

Te enteras de que tu pareja está tonteando con otras personas de forma regular para tenerlas ‘en el banquillo’… ¿Qué haces?

  • La base para afrontar este tipo de conflictos tiene que ser siempre la comunicación: puedes enfadarte lo que quieras, pero has de comunicarlo correctamente y de la forma mas asertiva posible.
  • Expresa tus emociones: lo que te molesta y el por qué te molesta. ¿Cómo te sientes? ¿Qué solución crees que puede tener esta situación? Que tu pareja vea claramente cómo te está afectando la situación.
  • Deja claro lo que quieres. Si no estás dispuesto a aguantar este tipo de situaciones, déjalo claro. Tiene que quedar claro si la relación es monógama, poliamorosa, abierta o de algún otro índole; una vez establecido eso, habrá que tomar decisiones.
  • No olvides que tçu también debes poner tus límites. No se trata de aceptar «lo que te den»; debes tener claro hasta qué punto estás dispuesto a llegar y dejar esto claro.
  • Priorízate siempre a ti y a tu salud mental. si una situación te es insostenible, debes actuar en consecuencia.
  • Siempre que una situación te afecte sobremanera y no puedas gestionarla a nivel emocional, lo mejor es acudir a un profesional de la psicología.

A vosotros, ¿qué os ha parecido todo esto? ¿Alguna vez habéis pasado por algo similar?

Si os ha gustado este artículo recordad que más abajo podéis disfrutar de otros que, con casi total seguridad, os resultarán igualmente entretenidos… o eso esperamos, porque la verdad es que los hemos hecho con mucho cariño.

Fuente: Yasss.

Por último, esperamos que este erizo te alegre el día: