Black Mirror ya está aquí… y es incluso más aterrador de lo que imaginábamos. El ‘amor’ ya puede venderse gracias a la llegada de los NFT (Non-Fungibles Tokens o Token No Fungible). Según este artículo, estos tokens «son activos o versiones que no pueden ser copiados, y dentro del mercado digital están muy bien valorados por su autenticidad».
Hace ya un tiempo que la gente empezó a usar estos activos (que se guardan en el ‘blockchain’ o cadena de bloques, el registro de las criptomonedas) para diferentes cosas. Los artistas los usaban para vender sus obras de arte, por ejemplo. Pero alguno que otro los usó incluso para venderse a sí mismo, como fue el caso de Floyd Hayes, un director creativo de Newcastle (Inglaterra). El ganador de la puja podía usar su talento durante un mes, aunque sin salirse de la legalidad.
La influencer que ha vendido su amor
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Ahora, ha llegado el día en que una persona ha decidido vender su ‘amor’. Tal y como lo leéis. Se trata de una influencer polaca que ha conseguido vender este ‘sentimiento’ en forma de token no fungible (es decir, que no se consume con el uso) por nada más y nada menos que 214.000 euros. Se llama Marta Rentel (@martirenti en Instagram) y, a juzgar por sus fotos, es una amante del fitness y el maquillaje.
En Instagram tiene 654.000 seguidores/as, en la plataforma TikTok acumula más de dos millones de seguidores/as y en su canal de Youtube 150.000 suscriptores/as, pero no sabe cuál de todxs ellxs ha comprado su amor. Al parecer, pudo llevar a cabo la venta gracias a la colaboración con Fanadise, una plataforma que ayuda a los influencers a vender contenido exclusivo.
La reacción de la gente
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Este contenido suelen ser fotos y vídeos que los seguidores y seguidoras pueden consumir a través de una suscripción. Ahora, dicha web ha afirmado que «este es el primer amor de NFT basado en el ADN digital de Marti Renti. Símbolo e inicio de la nueva era digital». Efectivamente, la historia parece sacada de un capítulo de la serie que mencionábamos al principio.
La gente que la sigue, obviamente, le ha cuestionado esta decisión a la joven y se ha preguntado quién podría ser esa persona que gastaría su dinero en algo intangible y abstracto. Ante los comentarios de confusión y extrañeza, la influencer ha explicado que se trataba de alabar el amor platónico y de destacar que ‘digital’ significa ‘eterno’.
Por supuesto, Marta ha agradecido al afortunado o afortunada la generosa compra. Esta persona ya es teóricamente ‘propietaria’ del sentimiento, pero no sabemos qué implicaciones puede llegar a tener esto. Seguramente no tardemos en descubrirlo ni en ver cómo muchos más famosos y famosas se unen a esta extraña tendencia.
Y vosotrxs, ¿compraríais el amor de vuestro artista o vuestra artista favorita? ¿Cómo creéis que hemos llegado hasta aquí?
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Por último, esperamos que esta cabra te alegre el día: