El síndrome de Solomon, un problema que afecta a muchos ‘millennials’

En ocasiones muchos de nosotros hemos tenido miedo a alzar la voz y no hemos dicho lo que pensábamos por temor a lo que “el grupo” podría pensar de nosotros. Sobre todo si alguien a quien admiramos piensa distinto solemos callarnos cosas para agradarle más y “evitar” un posible rechazo.

Lo cierto es que en algunas ocasiones este silencio tiene sus razones, pero si lo llevamos al extremo puede ser un problema grave que afecte nuestra vida y lo que nos rodea conocido como el síndrome de Solomon.



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Parte del miedo al rechazo

Vanesa Fernández, doctora en Psiquiatría, docente en la Universidad Complutense de Madrid y psicoterapeuta en el Centro de Psiquiatría Terapeutas Alcalá dice que este síndrome aparece cuando «el miedo a ser rechazado por el grupo te lleva a no querer destacar o diferenciarte, hasta el punto de ocultar ciertas competencias o conocimientos y quedarte estancada en tu profesión o en los estudios».

Según los expertos, el colegio y el instituto son los primeros lugares en que se experimenta esa sensación y, seguramente, la etapa en la que es más susceptible que este tipo de comportamiento nos afecte para siempre.

En esos momentos damos mucha importancia al grupo y damos credibilidad total a aquellos que consideramos líderes, afectando mucho a nuestra forma de pensar y dejando que, en ocasiones, nos conviertan en sus cómplices y tomen decisiones por nosotros.

La errónea percepción del cerebro

De hecho, ni siquiera la biología nos ayuda y nuestro cerebro manda una señal de error cuando nos separamos de la opinión del grupo y, de alguna manera, afecta a nuestra percepción de la realidad.

Según Gregory Berns, profesor de Ciencias del Comportamiento en la facultad de Medicina de la Universidad Emory de Atlanta, una de las razones que explican este fenómeno de la conformidad es que, en el largo plazo de la evolución humana, ir contra el grupo no beneficia a la supervivencia.

El «dejarse llevar» por los demás

Por eso, pese a que nuestro cerebro y nuestro cuerpo nos indiquen lo contrario, es importante tener una visión crítica y actuar según creamos basándonos en lo que sabemos y no simplemente dejándonos llevar por querer pertenecer a un grupo.

Pese a eso, queremos destacar que, en caso de que creas que puedes tener el síndrome de Solomon, te recomendamos que acudas a terapia para que te faciliten la ayuda necesaria.

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Fuentes: cosmopolitan

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