Debido a las redes sociales, la privacidad y el respeto a la intimidad cada vez son temas más importantes y prioritarios, pero curiosamente hoy hablaremos de una forma «más primitiva» de invasión de la privacidad: las cámaras espía.
Hoy en día se pueden hacer cámaras prácticamente indetectables e incorporadas en objetos cotidianos. A continuación veremos algunas de ellas.
Cámara en cargador
Alguien encontró una cámara en un cargador que había en el alojamiento en que se hospedaba. Suponemos que debía estar a una buena altura porque en caso contrario solo habría grabado pies.
En la cabeza de un tornillo
Si los móviles te caben en el bolsillo y prácticamente son ordenadores, ¿cómo no iba a caber una cámara en la cabeza de un tornillo?
En el reloj despertador
Es cierto que en este caso no está muy disimulada, pero nadie pensaría en que ese botón rojo está grabando todo lo que ve.
En una botella de agua
Puede que sea un poco rudimentaria, pero los caminos de los detectives privados van por senderos que nadie conoce.
LapiceroCam
Uno podría pensar que la cámara está en el círculo del centro, pero en realidad es ese círculo verde que hay abajo a la izquierda.
La taza que graba 
Si el contexto acompaña, está cámara disfrazada de taza es perfecta para que no se note que estamos grabando.
Es la hora de grabar sin consentimiento
Este reloj con mucho fondo esconde una cámara dispuesta a grabar todo lo que suceda a lo largo de las horas.
Cámara en un pen drive
¿Quieres ir a imprimir tu currículum? Puedes. ¿Quieres grabar a quien toca tu ordenador cuando no estás? También puedes.
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Fuentes: boredpanda
Por último, esperamos que esta cabra te alegre el día: