Durante la década de los noventa y principios de los 2000, Mary-Kate y Ashley Olsen fueron auténticas estrellas. Comenzaron su carrera a los pocos meses de nacer, interpretando juntas el papel de Michelle Tanner en la exitosa serie de televisión ‘Full House’ (‘Padres Forzosos’). Gracias a su popularidad, las gemelas no tardaron en consolidarse como íconos infantiles y adolescentes.
Sin embargo, con el paso del tiempo, las hermanas Olsen decidieron retirarse de la actuación y buscar nuevos rumbos alejados del foco mediático. Lejos de intentar mantener su carrera como actrices adultas en Hollywood, Mary-Kate y Ashley optaron por un camino diferente, reinventándose como diseñadoras de moda. Esta elección, sorprendente para muchos, demostró su habilidad para adaptarse a las tendencias y su buen ojo para el estilo, más allá del brillo efímero de la fama televisiva.
En 2006, las Olsen lanzaron su propia firma, ‘The Row’, una marca de lujo reconocida por su minimalismo, elegancia y apuesta por materiales de alta calidad. Aunque comenzaron de forma discreta, con el tiempo se consolidó como una referencia indiscutible en el mundo de la moda. Las gemelas también han mantenido una vida privada mucho más reservada y han cuidado su intimidad.
Su hermana menor, Elizabeth, no ha seguido sus pasos y, poco a poco, va ganando terreno en Hollywood. Estudió interpretación y ha sabido labrarse su propio camino como actriz, especialmente tras su papel de Wanda Maximoff/Bruja Escarlata en el universo de Marvel.
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A diferencia de sus hermanas mayores, que alcanzaron la fama mundial siendo muy pequeñas y luego se alejaron del espectáculo, Elizabeth optó por una formación actoral más tradicional, comenzando su trayectoria como adulta en el cine independiente y desarrollando papeles complejos antes de dar el salto a las grandes producciones de Hollywood.
Además, Elizabeth ha consolidado su figura principalmente como actriz, manteniendo una imagen más reservada y centrada en la calidad interpretativa, en lugar de la fama infantil o las marcas comerciales. Y no le va mal precisamente.
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¿Les habíais seguido la pista a las hermanas Olsen?
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