Melissa Barrera y Jenna Ortega no solo fueron las protagonistas de Scream VI, sino que, junto con la anterior entrega, fueron las encargadas de resucitar una franquicia que llevaba bastante tiempo ‘muerta’. Ellas, de hecho, estaban listas para continuar en Scream 7 tras el gran éxito de la sexta entrega, que recaudó más de 168 millones de dólares. Sin embargo, en noviembre de 2023, la preproducción de Scream 7 se vio sacudida por un conflicto que terminó con ambas actrices fuera del proyecto, aunque por razones diferentes y no exentas de controversia.
Discrepancias profundas a raíz de Palestina
Todo comenzó cuando Barrera publicó en sus redes sociales una fuerte declaración sobre el conflicto entre Israel y Palestina. En su post, afirmó: «Gaza está siendo tratada como un campo de concentración… Esto es un genocidio y una limpieza étnica».
Este mensaje desató una respuesta inmediata de Spyglass Media Group, productora de Scream 7, que la despidió argumentando que tenían una política de «tolerancia cero con el antisemitismo o cualquier forma de incitación al odio», incluyendo «falsas referencias al genocidio o la limpieza étnica». La reacción de Barrera fue contundente, defendiendo su postura y respondiendo: «Prefiero ser excluida por incluir que ser incluida por excluir».
Ortega también se baja del barco
El despido de Barrera generó un gran revuelo, tanto en redes sociales como en la industria. La situación afectó indirectamente a Jenna Ortega, quien también había hecho declaraciones públicas sobre el conflicto meses antes, aunque sin repercusiones similares en ese momento. Esto llevó a especulaciones de que Ortega podría enfrentar una situación similar a la de Barrera.
Solo un día después del despido de Barrera, Ortega también abandonó Scream 7, lo que provocó aún más rumores de que su salida podría estar relacionada con la controversia. Sin embargo, desde la producción negaron esta conexión, asegurando que la actriz dejó el proyecto debido a conflictos de agenda. Ortega estaba trabajando en la segunda temporada de Miércoles y en la secuela de Bitelchús, lo que hacía imposible compaginar su participación en Scream 7.
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El director de la película, Christopher Landon, también se mostró desconcertado por los acontecimientos, aclarando que la decisión de despedir a Barrera no fue suya. Poco después, fue el propio director el que también abandonó el proyecto por ‘diferencias creativas’ con la productora, aunque y ase ve por dónde van los tiros con este caso.
«Era un trabajo de ensueño que se convirtió en una pesadilla. Y mi corazón se rompió por todos los involucrados. Por todos. Pero es hora de seguir adelante», escribió Landon en aquel momento, por lo que no se puede decir que se haya ‘cortado’ a la hora de dejar claro que no fue precisamente un acuerdo amistoso por parte de los implicados.
Fuente: Sensacine.
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