¡Atención: spoilers!
Los hermanos Menendez son los protagonistas del nuevo éxito de Netflix. La segunda temporada de ‘Monstruos’ nos cuenta el caso de Lyle y Erik Menendez, condenados a cadena perpetua por el asesinato de sus padres en 1989.
Nicolas Chavez y Cooper Koch son los encargados de dar ida a Lyle y Erik en la producción, respectivamente, y ambos han maravillado a los espectadores con su interpretación. Especialmente aplaudida ha sido la actuación de Koch en el capítulo 5 de la miniserie, donde el personaje de Erik relata en una desgarradora sola toma de 34 minutos los abusos sexuales que sufrió por parte de su padre.
«Son personas increíbles», asegura el actor
Recientemente ha salido a la luz que Koch visitó a los hermanos en prisión junto a Kim Kardashian, amiga del director Ryan Murphy, su hermana Khloe y su madre Kris Jenner. El actor, en una entrevista con la revista People, ha revelado que pudo hablar con ellos y sintió «una conexión inmediata»: «Hubo una conexión inmediata. Pude abrazarlos a ambos y me senté junto a Erik en un círculo con todos los demás presos que contaban sus historias, y ambos fueron muy amables. Son personas increíbles«.
Según Koch, parecía que los conocía de hacía mucho tiempo: «Siempre supe que quería conocerlos. Siempre supe que quería decirles que les creía y que quería defenderlos. Entonces, cuando sucedió, me sentí extrañamente normal, como si ya los conociera porque los había observado durante mucho tiempo y los había visto y escuchado hablar durante horas y horas».
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Koch entiende las críticas de los hermanos
El actor estadounidense le dijo que le creía y quiso hacer lo mejor que pudo para reflejarlo: «Tuve la oportunidad de tener una muy buena conversación con él y decirle que le creo y que hice todo lo que pude como actor para defenderlo y retratarlo de la manera más auténtica posible, y que creo que la serie hace un muy buen trabajo al representarlo».
Koch también habló de las críticas que hizo Erik Menendez, que se refirió a la serie como una «calumnia desalentadora» y «una representación deshonesta», afirmando que «tenía sentido que se sintieran así«: «No puedo imaginar cómo sería que la peor parte de tu vida, algo tan traumático y trágico, fuera televisada para que millones de personas la vieran de una manera dramatizada. Cometieron el crimen cuando tenían 18 y 21 años, y en ese momento era muy difícil para la gente creer que pudiera haber abuso sexual entre hombres, especialmente entre padre e hijo», argumentaba el actor.
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