Hovik Keuchkerian es uno de los actores más ‘inesperados’ de nuestro panorama cinematográfico. De boxeador a actor… y de los buenos: es verlo en una producción y saber que, como mínimo, su personaje va a ser potente. Y precisamente dentro de ese tipo de trabajos encaja perfectamente su nueva película: la segunda parte de ‘El Hoyo’, que se estrena este mismo 4 de octubre.
El exboxeador fue ayer a divertirse a ‘El Hormigueo’ (y a promocionar su nueva peli) y le explicó a Pablo Motos que, cuando aceptó el papel, ni siquiera había visto la primera película: “la pandemia y postpandemia no me apetecía nada con la que teníamos encima”, reveló el intérprete.
Una transformación física total
Pero claro, cuando te proponen ser el protagonista de la secuela de uno de los mayores éxitos españoles de Netflix, hay que darle una oportunidad y, al leer la historia, quedó convencido de que tenía que aceptar el papel. Su personaje, que ha sido creado para esta película, se llamará Zamiatín y, según sus palabras, buscaron que fuese una especie de “bebé gordo ignífugo”.
El problema es que para que eso fuese verdaderamente impactante, tuvo que engordar hasta pesar 150 kilos y depilarse por completo todos y cada uno de los pelos de su cuerpo. Y lo peor de todo es que esto es que nada de eso estaba en el guion original:
“Hay guiones que de entrada son cojonudos pero hay guiones, no es el caso de El hoyo que no sea cojonudo, pero que tienes que desarrollarlos más (…) después de leérmelo varias veces, yo creo que un guion te habla y lo vas construyendo, siempre con el beneplácito del director”, reveló el actor que, en el pasado, ya ha tenido alguna que otra polémica relacionada con el mundo del guion.
😂 Ana Mena acaba con un hater al responderle de esta impactante manera
Este sábado en el Teatro Infanta Isabel de Madrid, Hovik Keuchkerian presenta su monólogo “Grito”. Todos los sábados hasta el 28 de diciembre #HovikEH pic.twitter.com/cYULviUZnH
— El Hormiguero (@El_Hormiguero) October 2, 2024
Según Keuchkerian, llevar su físico a ese extremo le trajo consecuencias serias a su vida personal: “Yo estaba en un piso en Bilbao, magnífico, pero podía quedarme aplastado en la cabina de la ducha”. Pero lo peor, según él mismo reconoce, fue el tema de afeitarse las cejas: “Estuve acojonado un mes y medio porque luego no crecen igual. Luego me creció el pelo menos las cejas. Empezaba a rodar lo siguiente e iba a aparecer sin cejas. Después fueron saliendo pero un pelo para cada lado, nunca igual”, dijo.
Tras todo ese proceso, asegura que ahora siente mucho respeto por la gente que tiene sobrepeso: “me costaba ducharme, me costaba hacer mis necesidades, me dolían las rodillas. Más allá de la estética, es una lucha, porque te impide el día a día”, reflexionó.
Fuente: Vertele.
Por último, esperamos que esta cabra te alegre el día: