Cuenta la historia ‘más catastrófica’ que le ocurrió a tres jóvenes que fueron a cenar a un restaurante de lujo

A pesar de que ya se acaba el año, hay personas que van a tardar muchísimo en olvidar este 2023. Hace unos meses, la influencer Natalia Palacios compartió a través de sus redes sociales una historia que hoy hemos querido recuperar. En su vídeo hablaba del «storytime más catastrófico»… y lo cierto es que no se quedaba corta, como ya os podréis imaginar por lo leído en el título del artículo.

La historia de Natalia comienza con tres amigas que acababan de finalizar su máster, tras lo cual no tardaron en encontrar trabajo en las en las icónicas Cuatro Torres de Madrid; todo un éxito en lo profesional que ellas, como es comprensible, tenían que celebrar del alguna forma. ¿Qué se puede hacer entonces para brindar por los logros propios? Pues ir a cenar a un buen restaurante.



Tirar la casa por la ventana (quizá, demasiado lejos)

Ellas, en un acto de ‘tirar la casa por la ventana’, decidieron ir a un lujoso restaurante de estrella Michelin, donde cada menú costaba unos 300 euros, cosa que alguien con trabajo y ahorros más o menos puede permitirse una vez al año (o cada dos). La cosa es que, dentro de todo, para alguien sin demasiadas cargas, era algo asumible.

La cosa es que, durante la comida, decidieron pedir vino y, más concretamente, uno de la carta que supuestamente costaba 22 euros. Según Natalia, esto ya debió despertarles la sospecha porque, en un sitio tan lujoso, es bastante poco probable que tengas vinos a ese precio tan ‘económico’ (de nuevo, para el estándar que mueven estos sitio, para mí, 22 euros es una fortuna).

@nataliaxprrde verdad que no vivo pensando en esas niñas♬ sonido original – Natalia Palacios

La cosa es que, tras tres botellas de vino y pedir la cuenta, estas les llega y ven que tienen que pagar 60.000 euros: el vino no costaba 22 euros, sino que el 22 tenía una ‘K’ al lado, lo que indicaba que era MILES de euros.

Un problema de difícil solución

Tras esto, hasta la policía tuvo que personarse en el local ya que las jóvenes no solo no podían pagar la cuenta, sino que estaban sufriendo una suerte de crisis nerviosa (normal). Natalia explica en su vídeo que esto, muy probablemente, acabará mal para las protagonistas ya que tendrán que ir a un juicio que, con casi total seguridad, perderán. ¿Y por qué está tan segura de este negro futuro para estas muchachas? Pues porque, por lo visto, en la carta de vinos se especificaba que ‘K’ significaba ‘miles’.

Por lo demás, Natalia les aconseja que se asesoren bien y, de alguna forma, busquen la complicidad de los medios de comunicación contando su historia a ver si, de alguna forma, pueden llegar a una solución o a una especie de ‘pacto’ con el restaurante porque, recordemos, estamos hablando de una deuda de más de 20.000 euros por persona por UNA SOLA cena.

Fuente: Natalia Palacios.

Por último, esperamos que esta cabra te alegre el día: