La gastronomía española es una de las más ricas y diversas del mundo, una auténtica celebración de sabores, texturas y tradiciones. Cada región aporta sus propios ingredientes y recetas, conformando un mosaico culinario que ha conquistado paladares a nivel internacional. Y es que, no por nada, en nuestro país están muchos de los mejores restaurantes del mundo entero.
Desde las tapas que llenan de vida las tardes en los bares, hasta los embutidos de la Meseta, como el jamón ibérico, o los pescados y mariscos frescos que inundan las costas del país, la cocina española es un viaje sensorial único e INIMITABLE… y esto es importante para entender lo que vendrá ahora.
Un insulto a nuestra gastronomía
Entre los platos más representativos destacan el gazpacho andaluz, refrescante y lleno de color; la fabada asturiana, con su robusto sabor a base de alubias y embutidos; y la famosa tortilla de patatas, sencilla pero deliciosa (y siempre con cebolla, claro).
Sin embargo, si hay un plato que simboliza la esencia de la gastronomía española, tanto por su popularidad como por su capacidad de reunir a la gente en torno a la mesa, es la paella. Originaria de la Comunidad Valenciana, esta creación a base de arroz ha trascendido fronteras, convirtiéndose en un emblema nacional y, lamentablemente, también en uno de los principales focos de discordia con el resto del planeta.
Hace unos días, se viralizó en Twitter la publicación que veréis a continuación en la que, desde el primer segundo, se mancilla todo lo bueno y hermoso que representa una buena paella valenciana.
Ole qué pintaza la paella pic.twitter.com/oQornPMqEF
— Natalia Álvarez (@Natalia_Who) September 26, 2024
Se trata de un producto de algún país anglosajón (me juego lo que sea a que es estadounidense) que, básicamente, consiste en una especie de paella precocinada congelada de esas de ‘calentar y comer’. Ya ahí la cosa empieza mal, pero es que, solo viendo el empaquetado, nos damos cuenta de que es de ‘pollo y chorizo’. Y todavía falta lo peor.
Flotando en aceite y sal
La persona que la prepara mete el cubo congelado dentro de una sartén y le vierte encima como medio litro de aceite. FRÍE LA MALDITA PAELLA CONGELADA. De verdad que me cuesta ver el vídeo y no vomitar con lo que muestra, con la brutal cantidad de sal que le pone. Y el final: las cucharadas de arroz flotando en aceite hirviendo; es absolutamente demencial.
«Yo le hubiera puesto un poco más de aceite y más sal», «Gracias. Me quitó el hambre para todo el día.😅» o «A la preparación no le pongo ni un pero, eso sí, muy mal emplatado, esa preparación de toda la vida se ha comido directamente hocicando de un cubo» son solo algunas de las reacciones que se han podido leer.
Fuente: X.
Por último, esperamos que esta cabra te alegre el día: