Por fin hemos conocido todos los detalles de la sentencia del caso Daniel Sancho. El extenso informe de 47 páginas que la Agencia EFE ha logrado obtener aclara todos los puntos de las conclusiones a las que llegó el juez para determinar que el español debía enfrentarse a una cadena perpetua. Dicho documento, leído durante una vista a puerta cerrada en el Tribunal de Samui el pasado 29 de agosto de 2024, no había sido enviado hasta ahora a las partes implicadas.
El tribunal ha sido contundente en su veredicto, afirmando que Daniel Sancho «golpeó» a Edwin Arrieta con la clara «intención de matar», un acto que había sido cuidadosamente planificado. Según se detalla en la sentencia, el acusado adquirió una serie de herramientas necesarias para llevar a cabo el crimen, incluyendo cuchillos, una sierra y bolsas de plástico, elementos que luego utilizaría para desmembrar el cuerpo de la víctima. Estas pruebas llevaron al tribunal a determinar que Sancho fue culpable de asesinato premeditado, descartando cualquier posibilidad de que se tratara de un accidente, tal y como había defendido su equipo legal en un principio.
Sancho tenía «intención de matar»
Uno de los momentos clave que se describen en la sentencia es el impacto de la cabeza de Arrieta contra el borde del fregadero, lo que, según el tribunal, evidencia de manera clara la «intención de matar» por parte del acusado. Este detalle fue central para sustentar la acusación de asesinato con premeditación, lo que agravó la condena impuesta a Sancho.
A lo largo del informe, se hace referencia al argumento presentado por la defensa, que sostenía que Edwin Arrieta murió de manera accidental durante una pelea en una habitación de hotel en la isla tailandesa de Koh Phangan. Sin embargo, la sentencia desestima esta versión de los hechos y sostiene que la premeditación del crimen queda demostrada no solo por la compra de los materiales necesarios para el asesinato y posterior desmembramiento, sino también por el comportamiento de Sancho antes y después del incidente.
La sentencia recalca que las pruebas presentadas tanto por la acusación como por los codemandantes refuerzan la idea de que Sancho fue responsable de la muerte de Arrieta. Sin embargo, el informe también señala que no se pudo determinar con exactitud la causa exacta de la muerte (recordemos que falta todo el torso del cuerpo), a pesar de que todos los indicios apuntan a un asesinato violento y premeditado.
😱 Se filtra la primera pregunta que hizo Daniel Sancho en su nueva prisión
Uno de los puntos más reveladores de la sentencia es el análisis del motivo detrás del crimen. Según el tribunal, Sancho habría matado a Arrieta debido a la negativa del cirujano de aceptar el fin de la relación sentimental que ambos mantenían, una ruptura que, de acuerdo con la sentencia, había sido impuesta por Sancho meses antes del asesinato. El informe detalla que Arrieta amenazó a Sancho con «revelar secretos» y con matarlo si no retomaban su relación, lo que llevó al acusado a tomar la drástica decisión de acabar con la vida del cirujano.
Este aspecto de la sentencia deja claro que la motivación detrás del asesinato fue personal, impulsada por la presión que Arrieta ejercía sobre Sancho para que no se alejara de él. «El fallecido amenazaba con revelar secretos y matar al acusado si este no aceptaba continuar la relación. Este comportamiento constituye un motivo claro para el acto violento que culminó con la muerte del fallecido», señala con claridad el documento.
En otro de los puntos destacados del fallo, el tribunal hace hincapié en que las acciones de Daniel Sancho no pueden considerarse como defensa propia, como había alegado la defensa en varias ocasiones. Según la sentencia, la preparación del crimen, incluida la compra de los materiales necesarios, deja claro que Sancho tenía la intención de asesinar a Arrieta y de ocultar su cadáver de manera deliberada.
Otro aspecto clave en la sentencia es la confesión inicial que Sancho hizo ante la Policía de Phangan el 5 de agosto de 2023, solo tres días después de la muerte de Arrieta. En aquella ocasión, Sancho confesó de manera detallada haber asesinado y desmembrado a Arrieta, un relato del que luego intentó retractarse. Sin embargo, el tribunal considera que la confesión inicial fue veraz, ya que Sancho tuvo «pocas oportunidades de inventar o falsear los detalles» tan poco tiempo después del incidente. Según la sentencia, la confesión fue un testimonio fidedigno que coincide con las pruebas presentadas por la acusación.
Fuente: Marca.
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