El caso de Hugo Mallo, acusado de un abuso sexual antes del inicio del Espanyol-Celta de Vigo en 2019, ya tiene sentencia. La denunciante, que trabajaba como mascota del club catalán, declaró que durante el pasamanos entre los dos equipos, el futbolista «introdujo las manos bajo el disfraz y le hizo tocamientos en los pechos«.
Mallo fue denunciado al día siguiente y negó categóricamente los hechos tanto en su declaración inicial en julio de 2019 como en el juicio oral que tuvo lugar el pasado mes de julio. El defensa gallego, que milita en el Aris Salónica griego, afirmó que saludó con normalidad a futbolistas y mascotas, cuyo género aseguró desconocer, y que estaba concentrado en el encuentro. «No tengo explicación de por qué he recibido esta denuncia«, dijo.
Sanción económica al no haber arrepentimiento
El Juzgado de lo Penal número 19 de Barcelona ha declarado culpable a Hugo Mallo de un delito de abuso sexual y deberá pagar una multa de 6000 euros, resultado del pago de 10 euros diarios durante 20 meses, y una indemnización por daño moral a la víctima de 1.000 euros más intereses legales «al no haber acontecido un acto de constricción o arrepentimiento del acusado hacia la víctima». A eso se le deben sumar las costas procesales.
Los hechos tuvieron lugar en 2019, antes de la entrada en vigor de la comúnmente conocida como ley de solo sí es sí que eliminó la distinción entre abuso y agresión sexual, por lo que se ha tenido en cuenta el artículo referente al delito de abuso sexual al tenerse que aplicar el Código Penal vigente en el momento de los hechos.
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