Anoche se estrenó ‘La Revuelta’, el nuevo programa de David Broncano para TVE y, como era de esperar, la gran sorpresa es que no ha habido ninguna sorpresa… en el mejor de los sentidos: el programa mantiene exactamente la misma esencia que tanto éxito le dio en su etapa en Movistar+.
HEMOS VUELTO
Para sorpresa de nadie, la misma mierda pero con otro nombre. pic.twitter.com/K07yXNM2v7
— La Revuelta (@LaRevuelta_TVE) September 9, 2024
Como también era de esperar, el programa no desperdició la oportunidad de comentar y reírse de muchas de las polémicas generadas con su fichaje por la televisión pública, del que se ha dicho absolutamente de todo. Y es que hablaron desde el presupuesto del programa, 14 millones de euros por temporada, hasta de lo que se decía de que Pedro Sánchez los había puesto ahí para que le hiciesen la campaña.
Pullas a diestro y siniestro
Broncano, por su lado, en las entrevistas previas de presentación del espacio, ya había dejado claro que el dinero con el que estaban financiando el show no salía «ni del presupuesto del ELA ni de la Guardia Civil».
Y, ya entrando en uno de los momentos clave del programa, hay que mencionar la ‘metedura de pata’ de Grison. El músico, en medio de una charla con el presentador, aseguró que él si pensaba que el programa tendría una temática política. De hecho, para demostrar su convencimiento, se quitó la camiseta y mostró que, en su pectoral izquierdo, se había hecho un tatuaje enorme e hiperrealista de Pedro Sánchez.
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Los tatuajes de la discordia
«¿Por qué ha hecho esto?», le preguntó Broncano entre risas. «Pues yo qué sé, por justificar el sueldo del primer mes», soltó el colaborador. «Había tanta movida en redes que yo qué sé», añadió. Pero es que ahí no se acababa todo.
Grison pensaba de verdad que el programa era rollo político. 🥲🇪🇸 pic.twitter.com/whNU8WBBTF
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Nada más acabar con lo de Sánchez, Grison se destapó el otro pectoral y mostró que se había hecho un tatuaje gigante con la cara de Pablo Motos: «es para asegurarme el trabajo del año que viene», soltó ante las carcajadas de los presentes.
Evidentemente, se trata de tatuajes ‘falsos’, removibles, pero hay que reconocer que quedaron de lo más realistas porque realmente parecía que eran suyos. Por lo demás, el programa fue por la senda esperada: más bromas autorreferenciales y pullas a la competencia, a las críticas y, sobre todo, a sí mismos. La cosa pinta bien.
Fuente: el Huffpost.
Por último, esperamos que esta cabra te alegre el día:
