César Román, más conocido como el Rey del Cachopo, fue condenado a 15 años de cárcel por el homicidio con las agravantes de parentesco y género de su expareja Heidi Paz. El caso fue muy mediático, ya que Román era un hotelero muy popular por su excéntrica personalidad y sus premios gastronómicos, pero su vida estaba llena de estafas y falsos galardones que acabaron saliendo a la luz. Durante el juicio, Román siempre defendió su inocencia, pero en unas posteriores cartas enviadas desde la cárcel confesó el macabro crimen y pidió perdón a la familia de la víctima.
Ahora, más de seis años después de que parte del cuerpo de Heidi fuera encontrado en una nave industrial de Madrid, Román ha detallado cómo acabó con la vida de su pareja. Lo ha hecho a través de una carta escrita a puño y letra desde prisión y que ha compartido en exclusiva ‘Y ahora Sonsoles’.
Ha revelado cómo acabó a su pareja
En la misiva, el condenado revela que lo hizo con «un único disparo» durante una acalorada discusión con Heidi en su oficina, situada en una nave. «Heidi perdió la vida en el transcurso de una discusión […] por un único disparo. No fue premeditado ni previsto en absoluto«, confiesa.
Tras el disparo, afirma que «intentó reanimarla, pero fue imposible» y asegura que es un peso con el que cargará siempre: «No me podía creer lo que había hecho. La besé, le grité desesperado. Recuerdo verme lleno de sangre, intentar reanimarla, intentar que no se fuera, pero fue imposible porque aquel maldito disparo fue fatal y no se podía hacer nada más. Aquel arma no debería haber estado allí y aquella discusión no debió producirse nunca. Ese peso lo llevaré siempre en mi alma«, añade.
«Una persona de máxima confianza» le ayudó
Román ha revelado además que «una persona de su máxima confianza» le ayudó a deshacerse del cuerpo: «Recurrí a la ayuda de una persona […] cuya identidad la desvelaré en la sede judicial, si se me pregunta al respecto, porque es una pieza esencial para comprender todo lo sucedido posteriormente al fallecimiento de Heidi«, escribe, apuntando a que la responsabilidad penal del cómplice ya habría prescrito.
El autor confeso también ha criticado el trabajo de los investigadores y considera que podrían haberlo sabido si no fuera por las «prisas y numerosas presiones». «Pasó desapercibida para la policía o, mejor dicho, minusvalorada», dice Román. Y es que el portero de una finca cercana aseguró haber visto salir de la nave y cerrarla con llave a un hombre de unos 40 años y 1,70 m de altura que no era César Román.
A pesar de la confesión, todavía quedan muchas incógnitas por resolver en el caso como, por ejemplo, el paradero de la cabeza y las extremidades de la víctima.
Los extraños nombres con los que los medios internacionales se refieren a Daniel Sancho
¿Qué pensáis de que Román confiese ahora cómo cometió el crimen?
Fuentes: antena3 – lavanguardia
Por último, esperamos que esta cabra te alegre el día:
