Corría el año 1999 cuando una joven y llena de ilusión Pilar Soto hizo su debut en la pantalla de Televisión Española como copresentadora del ‘Grand Prix’ junto a Ramón García. Vestida siempre de azul y amarillo, Pilar se encargaba de explicar las distintas pruebas del programa, conquistando con su simpatía y desparpajo a los millones de espectadores que cada semana disfrutaban del mítico show que, desde el año pasado, ha regresado a la parrilla de la televisión pública.
Sin embargo, esta gran oportunidad laboral también representó un auténtico «infierno» para Pilar. La presión mediática, sumada a su aparición en la exitosa serie ‘Al salir de clase’ en 1998, la llevó a sufrir bulimia y posteriormente anorexia.
“El estilo de vida que llevaba me llevó a vivir en hasta siete países distintos. La soledad y la falta de amigos me resultaban muy duras. Comenzaron a sucederme circunstancias muy dramáticas y caí en la bulimia”, reveló ella en una entrevista para el medio ‘Camino católico’.
Su peso llegó a descender hasta los 37 kilos y esa etapa, además, llegó directamente relacionada con una fuerte adicción a la medicación, el alcohol y las drogas. Esta situación la llevó a ser hospitalizada en ochenta ocasiones. Tras su participación en ‘La isla de los famosos’ en 2004, los médicos le informaron que había pocas esperanzas de salvar su vida. Fue en ese momento crítico cuando la religión tocó a su puerta.
Su entrada a la religión
“Llamé a Cristo y con los ojos de mi alma, vi su rostro en la cruz, llorando. Pensé: ‘Dios mío, ¿qué he hecho? Perdóname, Señor. No es mi hora. Ahora entiendo que nada justifica haber atentado contra el cuerpo que me has dado”, reveló en una entrevista.
Y fue esa especie de ‘llamada’ y la conversación con un cura la que hicieron que se enfundase el hábito y se uniese al convento de monjas de Las Clarisas en Madrilejos (Toledo), dedicándose a la oración, la lectura y, en definitiva, las cosas que se hacen en un convento de monjas. Al final de todo este proceso, Pilar consiguió ver la luz al final del túnel y empezar lo que, básicamente, ha sigo su segunda oportunidad en la vida.
Su última aparición televisiva
La última vez que la vimos en la pequeña pantalla fue en 2014, cuando se sentó en el plató de ‘Sálvame Deluxe’ para contar su historia. “Sufrí varias sobredosis, pero seguí trabajando. Perdí muchísimo peso. Estuve bailando con la muerte muchas veces”.
“Los médicos no se explican cómo estoy viva porque no tengo esófago ni nada (…) Entré en un bucle autodestructivo. Era una niña muy mona y lo ocultaba como podía. Me hacía mis propias encerronas y me infligía agresiones físicas muy graves… Me convertí en un animal, no razonaba”, confesó en aquel entonces.
Ella siguió siempre muy ligada al mundo de la religión, solo que tomó un enfoque más mediático, sumándose a la cadena murciana Popular Televisión y en la Cadena COPE.
Actualmente Pilar es franciscana seglar y no podría estar más contenta: «Solamente deseo una cosa en mi vida, servir y seguir los santos Evangelios, estoy enamorada de Cristo, mi Señor, mi dueño, toda mi vida… tengo una certeza en mi vida… tiene nombres y apellidos, Jesús de Nazaret”.
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Fuente: As.
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