Hablar del pequeño Nicolás es hablar de una de las personalidades más polémicas y sorprendentes de la historia reciente de España. Recordemos que este señor se hizo famoso cuando, en 2014, fue acusado de falsedad documental, estafa en grado de tentativa y usurpación de funciones públicas y estado civil, además de ser imputado posteriormente por revelación de secretos, cohecho impropio, malversación de caudales públicos y tráfico de influencias… y eso que este es solo el resumen que ofrece la Wikipedia: la cosa realmente es bastante más compleja.
Ya ha pasado una década de todo aquello y lo cierto es que ha llovido bastante. Son muchas las cosas que han pasado en su vida que, de una forma y otra, no para de regalarnos momentos sorprendentes como el que os traemos hoy.
Una vida llena de cambios (y unas cuantas ‘victorias’)
Hace apenas unos meses, el Tribunal Supremo lo absolvió de los delitos de usurpación de funciones públicas y cohecho por el caso del viaje a Ribadeo. Esto, además, se le junta con algunas otras ‘victorias’ judiciales que ha estado viviendo este último años. Y, suponemos que por eso, Francisco Nicolás está buscando darle un toque ‘diferente’ a su vida. Y ha aprovechado el verano para, de paso, darle un toque ‘diferente’ a su rostro.
En una reciente publicación de la clínica estética de la doctora Alba Ruiz Allende y el doctor Álvaro Carrillo, pudimos apreciar el retoque estético más reciente que se ha realizado Francisco Nicolás en su rostro. Porque no, no es el primero que se hace y, previsiblemente, no será el último.
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Su más reciente retoque estético
En el vídeo, donde se nos muestra el antes y el después del Nicolás, se aprecia que se ha realizado varios pequeños retoques en varias zonas del rostro. Según la propia cirujana, recibió un tratamiento de neuromoduladores en el tercio superior de la cara para evitar la marca de las arrugas de expresión, encinas lipolíticas para eliminar la grasa de la papada y marcación mandibular para la proyección del mentón con ácido hialurónico. En definitiva, lo que se conoce popularmente como una ‘masculinización facial.
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Podemos apreciar que sus retoques en la zona de los pómulos y la mandíbula hacen que tenga un rostro bastante más ‘marcado’ y ‘anguloso’ y, por lo tanto, algo más ‘rudo’ ya que él, de por sí, tiene unas facciones bastante ‘suaves’ y arredondeadas.
Eso sí, también hay que destacar que son unos retoques mínimamente invasivos, ya que tienen el objetivo de notarse lo mínimo posible para no cambiar notoriamente el rostro de la persona y, sobre todo, que no se vea ‘retocado’, buscando la mayor naturalidad posible.
Fuente: Instagram, El Economista.
Por último, esperamos que esta cabra te alegre el día:
