El motivo por el que Daniel Sancho podría acabar cumpliendo solo ocho-nueve años de cárcel

El futuro de Daniel Sancho sigue siendo una incógnita. Él, ahora mismo, sigue en prisión provisional en una cárcel tailandesa tras confesar el asesinato y descuartizamiento del cirujano plástico colombiano Edwin Arrieta y, tras la celebración del juicio el pasado mes de mayo, solo queda esperar hasta la sentencia que, previsiblemente, llegará el próximo 29 de agosto.



Recordemos que la Fiscalía pide para el chef español la pena capital ya que consideran que actuó con premeditación, mientras que la defensa de Sancho asegura que acabó con la vida de Arrieta en una pelea en la que se defendía de un intento de abuso. En ambas versiones, Daniel reconoce haber desmembrado el cuerpo.

La cosa es que, en medio de todo esto que probablemente ya sabréis, Rodolfo Sancho, el padre de Daniel, contactó con Miguel Garaizabal, un sacerdote español que vive en Tailandia y que tiene como misión visitar a reos penitenciarios para ofrecerles ‘ayuda espiritual’ y un cierto consuelo.

Una situación inestable

“Era por la noche, estaba durmiendo. Fue una llamada corta. Me dijo si podía ir y yo le dije: ‘Francamente, me queda lejos, estoy muy ocupado, soy mayor, no podré ir’. Me dio pena, pero mis posibilidades de ayuda son limitadas”, contó en primicia a Socialité Club el religioso sobre cómo se produjo ese primer contacto con Rodolfo en un momento en el que él estaba desesperado por ayudar a su hijo.

“A mí me dio la impresión de que entendía perfectamente la situación. No había negación de nada. Yo nunca le oí que su hijo era inocente. No lo dijo. Se lo cree, o esperaba probarlo, pero nunca se lo oí decir”, señala el sacerdote que, cree, Rodolfo está todavía en un cierto estado de ‘shock’: “Yo creo que él está un poco aturdido, y el pobre está en la luna, está más preocupado que otra cosa”.

Creo que seguramente le darán cadena perpetua»

Respecto a la posible condena Garaizabal hace una interesante observación con base a sus conocimientos en el sistema penitenciario tailandés: “Creo que seguramente le darán cadena perpetua. Pero la cadena perpetua aquí no es perpetua. Al año o a los dos años, si te portas bien, te la rebajan a toda la vida, que son cincuenta años, y luego te la vuelven a rebajar, porque cada año se dan amnistías. Y entonces te van rebajando la pena hasta que, por fin, a los ocho-nueve se te termina la condena”.

“Para la condena de muerte tiene que haber muchas pruebas. Como no pruebes la intención de matar a la otra persona al cien por cien, no puede estar condenado a pena de muerte. Y aquí las condenas son muy largas pero no se cumplen”, señala el sacerdote.

El sacerdote, además, conoce a la perfección la vida que lleva Sancho en la cárcel: “En la cárcel como tal estarán desde las 3 de la tarde hasta las 9 de la mañana. Lo peor es la soledad, en la cárcel donde está no hay nadie que hable español. Luego, es la comida. Te dan una bolsa de plástico donde te echan el arroz y una sopa, y eso es para todo el día, te lo organizas para todo el día. Y el aburrimiento. No hay nada que hacer”, relata Garaizabal.

Fuente: As.

Por último, esperamos que esta cabra te alegre el día: