La semana pasada se produjo, al fin, la detención de Carlos Navarro, conocido como El Yoyas, tras pasarse casi dos años en busca y captura. El televisivo fue condenado a cinco años y ocho meses por maltrato habitual, lesiones, delito leve de amenazas y delito leve de vejaciones y, cuando tenía que ingresar en prisión, desapareció del mapa.
La semana pasada la policía dio con él en el pueblo barcelonés de L’Anoia y, desde entonces, se encuentra bajo custodia policial en la prisión de Brians 2, desde donde, a través de su abogado, llegó a asegurar que estaba «comiendo mejor que en la mili».
Autojustificando sus delitos
Ahora, el exconcursante de Gran Hermano ha mandado una carta al programa de TardeAR en la que, básicamente, culpa de todo ‘lo que le ha pasado’ a su expareja, Fayna Bethencourt y, de alguna forma, intenta justificar sus terribles actos.
«Hola. Aún es pronto para saber cómo estaré aquí porque la condena es elevada. He hablado con el psicólogo y la asistenta social y me decían que lo mío era para un tercer grado directo, pero claro, si hubiera entrado el primer día», comenzaba relatando la polémica personalidad televisiva.
Navarro también asegura que su ‘depresión’ es el motivo por el que, supuestamente, se ha comportado con sus hijos como lo ha hecho a lo largo de todos estos años: «En 2017 tenía a mis hijos que cuando me decían de hacer actividades, no podía. La depresión no me dejaba actuar, y con esta condena y quitándome la patria potestad, yo doy por perdida la relación con mis hijos».
El Yoyas también asegura en su misiva que Fayna le «quitó los teléfonos» a sus hijos justo hasta el juicio en el que fue condenado y que se celebró en noviembre de 2020. «Ahora ya no me esperan, y creo que nunca me esperarán, ese es el desgarro. Eso sí, tengo apoyo de mi familia y sin ellos, lo demás no importa», zanjaba en una carta que cerraba con un «gracias».
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La reacción de los colaboradores
Beatriz Archidona, que sustituye durante el verano a Ana Rosa Quintana, ha explicado que, en ese tipo de situaciones de maltrato demostrado, lo que se busca primero es proteger a los menores:
«Se suele apartar de los maltratadores de sus hijos porque se puede dar el caso de que ese modelo de comportamiento sea un ejemplo para ellos y para evitar que los niños sufran episodios de depresión y ansiedad. Es decir, que no se les aparta porque les de la gana a los jueces», apuntaba la periodista.
Otra cosa interesante que ha apuntado Manu Marlaska es que en ningún momento en la carta se atisba el mínimo síntoma de arrepentimiento, no hay la mínima autocrítica y todo se sustenta en una constante autojustificación.
Fuente: 20 minutos.
Por último, esperamos que esta cabra te alegre el día:
