Kate Winslet será siempre recordada por haber protagonizado «Titanic», una de las películas más emblemáticas e importantes de la historia del cine. En una reciente entrevista, la actriz ha revelado cuál fue realmente el mayor desafío al que tuvo que hacer frente durante su beso en la barandilla del barco con Leonardo DiCaprio… y no, no fue lo que estáis pensando. Y es que, en un reciente vídeo para Vanity Fair, donde hace un repaso a su carrera, Winslet describe esta experiencia como una auténtica «pesadilla».
La actriz bromea al recordar la escena que fue de todo menos romántica: «Dios mío, es todo un romántico, ¿no? No es de extrañar que todas las jóvenes del mundo quisieran que las besara Leonardo DiCaprio». Pero es que claro, la realidad nunca es tan bonita como nos la pinta la ficción: «no fue tan bonito como parece».
Un problema de maquillaje
El principal problema, según relata Winslet, residía en los diferentes tonos de maquillaje que ambos actores llevaban durante el rodaje. La necesidad de retoques constantes complicaba las cosas cuando se trataba de tocar piel con piel: «Seguimos besándonos, y yo llevaba mucho maquillaje pálido. Tenían que hacernos las revisiones de maquillaje a los dos entre tomas. Parecía que había chupado una barrita de chocolate tras cada toma porque se me caía el maquillaje». Por su parte, DiCaprio «parecía que le faltaba parte de la cara» debido a que el maquillaje de Winslet se le pegaba. «Dios, era un desastre», añade.
Y es que, recordemos, el personaje de Rose, en la película, al ser de ‘alta cuna’, siempre aparece muy pálido mientras que el de Jack, de origen humilde, aparece más moreno por estar expuesto al sol y a la intemperie. Cosas de aquellos años.
Rodar esta escena en particular fue especialmente complicado debido a problemas con la luz y la inaccesibilidad del equipo de maquillaje al lugar del rodaje. Además, hubo múltiples tomas fallidas debido a las risas de DiCaprio porque ella no paraba de de darse en la rodilla con la barandilla, además de todos los problemas técnicos. «Leo no podía parar de reír y tuvimos que rodar de nuevo unas cuatro veces porque [James Cameron] quería una luz muy específica y los atardeceres cambiaban donde estábamos», comenta Winslet.
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Winslet también revela que el lugar del rodaje no era parte del conjunto principal del barco, sino una sección específica a la que tenían que acceder mediante una escalera. Esto dificultaba aún más el trabajo del equipo de maquillaje y peluquería. Además, DiCaprio necesitaba un bronceado falso, por lo que había «mucho maquillaje» involucrado para darle ese aspecto natural.
Para lidiar con estas dificultades, Winslet llevaba escondidos en su vestido herramientas de maquillaje: «su maquillaje y pinceles y la esponja y mi maquillaje y pinceles y esponja». Entre tomas, se retocaba el maquillaje ella misma, lo cual, según ella, resultó ser «bastante divertido».
A pesar de estos retos, «Titanic» se convirtió en la cuarta película más taquillera de la historia del cine. Estrenada en 1998, fue un éxito comercial y de crítica, ganando 11 premios Oscar, incluida la estatuilla a Mejor Película. La dedicación y el esfuerzo detrás de escenas de momentos como el beso en la barandilla contribuyeron a su estatus icónico y al éxito perdurable del filme a lo largo de las décadas. Y, como probablemente ya sabréis, el rodaje de esta película está plagado de momentos así. Ya os los contaremos.
Fuente: Sensacine.
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