Desde que Megan Fox debutó en la gran pantalla siempre ha sido considerada una de las mujeres más deseadas de todo el planeta. A lo largo de toda su trayectoria ha participado en importantes proyectos como ‘Transformer’, ‘Tortugas Ninja’, ‘Jennifers’s Body’ o ‘El dictador’. Ha pesar del paso del tiempo, ya que debutó en el año 2001, la intérprete continúa estando en primera fila del mundo mediático y su vida privada siempre está expuesta en los medios de comunicación.
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Durante los últimos más de 20 años, la imagen de la artista ha ido evolucionando considerablemente. Su belleza siempre ha destacado en un primer plano por motivos evidentes, pero también se ha sometido a alguna operación que otra de cirugía estética. Megan también ha decidido someterse a lo largo de su vida a alguna operación de cirugía estética, tal y como ella ha confirmado en distintas ocasiones. Una de las primeras fue el aumento de pecho, que se ha realizado entre tres ocasiones.
Pero no ha sido la única. La actriz también ha contado que se hizo una rinoplastia para modificar su nariz, cuando apenas había pasado los 20 años de edad. El resto de las cosas que se ha hecho Megan Fox no requieren de cirugías y es que se ha inyectado bótox en la cara para reducirse las líneas de expresión y se han inyectado ácido hialurónico en los labios y en otras zonas de la cara para rellenárselas. Aunque no está confirmado, siempre se ha hablado de si se ha hecho otras cosas como una liposucción.
Megan ha negado por completo haberse hecho esa liposucción de la que tanto ha hablado y es que es una gran amante del deporte y de llevar una dieta sana para conservar su figura. El año pasado, la actriz hizo unas declaraciones sobre su cuerpo que impactaron mucho a sus seguidores y es que aseguró: «Tengo dismorfia corporal. Nunca me veo como me ven los demás. Nunca hubo un momento en mi vida en el que amé mi cuerpo».
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En la misma entrevista en la que desveló tener dismorfia corporal, que consiste en no dejar de ver defectos en su cuerpo, también explicó no conocer el origen de este problema. Tal y como dijo Megan, creció en un entorno en el que nadie hablaba de su físico ni para bien ni para mal: «Crecí en un entorno muy religioso en el que no escuché ningún tipo de comentario acerca de mi apariencia».
Por último, esperamos que esta cabra te alegre el día:
