Hacer un chiste es un arma de doble filo: puede que salga como quieres y que todo el mundo se ría o que pase lo que le pasó ayer a Dani Mateo, que no solo nadie se rió, sino que, además, consiguió generar un momento muy incómodo a costa de la paciencia de Cristina Pedroche. Por suerte, todo acabó en un ‘susto’, pero el mal trago lo pasamos todos los que estábamos viendo la pantalla.
Pedroche, vestida ‘de luto’
Y es que durante el Zapeando de ayer, la Pedroche se apareció vestida completamente de negro, cosa que le pareció muy llamativa al humorista catalán. Y es que Mateo, nada más verla, no pudo resistirse a soltarle un: “Cristina, te acompañamos en el sentimiento”.
Hasta aquí, nada de lo que molestarse: Cristina no solo se rió, sino que se levantó para que todo el mundo pudiese ver su ‘falda graciosa’, que le daba un toque completamente diferente al conjunto del atuendo. Fue aquí cuando Mateo le dijo que parecía una “viuda alegre”, a lo que ella respondió con un: “es que se ha ido mi marido a Dubái y estoy triste”.
Si la broma se hubiese quedado aquí, nadie habría salido perjudicado, pero el presentador del programa de La Sexta decidió estirar un poco más el chicle… y lo acabó rompiendo, para disgusto de los presentes.
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Y es que Mateo volvió a bromear con el tema del luto, pero ahora en relación a la hija de la vallecana: “Menos mal, porque digo: ‘al final como madre no ha servido’. Pero no pasa nada, se va a por otra y ya está”, soltó Mateo en referencia clara a un supuesto fallecimiento de la pequeña. En ese momento, la cara de Pedroche se descompuso como pocas veces hemos visto descomponerse un rostro en televisión.
Esta caraes un peoma
“Oye, no hagas bromas de esas. No hace gracia”, le soltó la presentadora de las Campanadas sin el menor atisbo de humor, mostrando claramente su disgusto. Fue entonces cuando Quique Peinado intervino rápidamente para intentar mediar la situación, meterle un poco de bronca a Mateo y pasar a otra cosa: “ya te he dicho antes del programa que no le hacía gracia y se lo has dicho”. Ahora que todos volvía a sonreír (ya fuese de forma forzada o no), Mateo lo remató todo con un: “no le hace gracia a ella, pero entiéndeme, a mí sí”. Y siguieron con el programa.
Fuente: As.
Por último, esperamos que esta cabra te alegre el día: