Marina García explicó hace unos meses que tenía la intención de quitarse todas las operaciones estéticas que se había hecho. Se quitó las pestañas postizas, el ácido de los labios, el relleno del rostro… Y, ahora, ha dado un paso más.
La sevillana se operó cuando tenía 20 años y, cuatro años después, no se sentía cómoda con el resultado. «Me operé con 20 años y por ese entonces tenía un físico y una mentalidad completamente diferente a la actual. No me siento a gusto con el tamaño», reconoció a través de sus redes sociales, Además, consideraba que el tamaño de sus prótesis era «desproporcionado» con relación a su cuerpo.
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«Más segura, más yo, más niña, más cómoda», dice Marina
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Fuentes: telecinco – tiramillas
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