¿Hay algo después de la muerte? ¿Ha acertado alguna de las religiones en sus previsiones de lo que ocurre cuando todo deja de ocurrir? Eso es lago que, al menos de momento, la ciencia no ha podido comprobar (y, de hecho, está a años luz de poder hacerlo). Y es que la falta de evidencias hace que sea aventuradísimo afirmar cualquier cosa.
Esto no quita que, cada año, haya miles de personas que aseguran haber tenido experiencias en el ‘más allá’ después de haber estado clínicamente muertas. Y exactamente eso es lo que le ha pasado a la protagonista de la historia que os traemos hoy.
Tina, 27 minutos ‘muerta’
Tina Hines es una mujer que, en febrero de 2018, sufrió un paro cardiaco. Su marido, Brian, intentó resucitarla, pero ella acabó muriendo. Ya en la ambulancia, de camino al hospital, los médicos la reanimaron hasta en seis ocasiones, habiéndose pasado ‘muerta’ 27 minutos en total. Acabó siendo intubada y, poco después, despertó: había sobrevivido.
¿Qué es real?
Lo particular de todo esto es que, cuando se despertó, pidió con urgencia un bolígrafo y un papel y escribió un misterioso mensaje (que no son más que unos garabatos), en los que parece que puede leerse “Es real” (en inglés, claro).
Sus familiares le preguntaron por ese escrito, a lo que ella respondió: «Era tan real, los colores eran tan vibrantes», explicó al medio AZfamily. Ella, más concretamente, había asegurado haber visto nítidamente a Jesucristo y afirmaba que este era real.
Y lo más curioso de todo esto es que, según la ciencia, es probable que ella no esté mintiendo y que, efectivamente, haya visto a Jesucristo… solo que no por los motivos que ella cree.
Un estudio de la Universidad de Michigan realizado en 2013 descubrió que, justo antes de morir, el cerebro experimentaba una oleada de actividad mucho más alta que estado consciente.
«Mucha gente pensó que el cerebro después de la muerte clínica estaba inactivo o hipoactivo, con menos actividad que en el estado de vigilia, y demostramos que definitivamente no es así. En todo caso, es mucho más activo durante el proceso de morir que incluso en el estado de vigilia”, explicó el Dr. Jimo Borjigin, director de dicho estudio.
A vosotros, ¿qué os ha parecido toda esta historia? ¿Conocéis casos similares?
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Fuente: La Vanguardia.
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