Tara Jayne McConachy es una enfermera australiana que se ha viralizado en las últimas semanas debido a la gran transformación que ha tenido físicamente por la que se ha gastado más de 200.000 dólares.
Tara ganó popularidad tras participar en el reality show Botched (en español, ‘Chapuzas estéticas’), un programa en el que dos cirujanos tratan de revertir los daños ocasionados por cirugías estéticas. Fue allí donde Tara se ganó el apodo de «Barbie humana» y, desde entonces, no ha parado de entrar al quirófano.
Cirugías non-stop
Todo empezó a los 21 años, cuando se sometió a su primera cirugía: un aumento de pecho. «Fue un regalo de cumpleaños de mi padre», relata. «Mi familia siempre me ha apoyado mucho. Desde entonces, me he gastado 200.000 dólares y me he sometido a cuatro operaciones de pecho más«.
Entre su larga lista de operaciones encontramos cinco aumentos de pecho, seis rinoplastias, inyecciones de botox y otros rellenos.
No quieren operarla
Ahora, Tara tiene intención de volver a operarse el pecho para incrementar su talla todavía más, pero está encontrando trabas. Por ejemplo, en el programa Botched, el Dr. Paul Nassif expresó que estaba preocupado por su salud y no estaba de acuerdo con la operación: «Estoy muy preocupado por el bienestar general de Tara. No solo en lo que se refiere a la cirugía, sino que realmente necesita estar física y mentalmente sana«, expresó.
Para encontrar más facilidades, viaja a Europa a operarse a pesar de que no acaba de entender por qué hay profesionales que se han negado a operarla. «Sé que luzco diferente, pero me da igual lo que piense el resto. Es mi cuerpo, es mi decisión. Ahora voy a Europa donde están contentos de coger mi dinero, pero debido a los confinamientos he pausado durante un tiempo».
Un largo camino por recorrer
Tara no tiene intención de despedirse del bisturí y pretende hacer caso omiso a los consejos de su doctor. «No hay limites cuando se habla de cirugía plástica. Es increíblemente adictiva«, explica ella. De hecho, tiene en mente cambiarse el color de sus ojos y quitarse varias costillas…
Y es que Tara reconoce que le engancha someterse a cirugías, pero es un asunto solo suyo. «Para mí, cada vez que me someto a una cirugía, tengo una sensación. Odio usar la palabra adicta, pero es muy adictivo. No estoy haciendo daño a nadie más, así que no entiendo cuál es el problema«.
¿Qué piensas de Tara y su mentalidad? ¿Crees que se ha pasado con las cirugías?
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Por último, esperamos que esta cabra te alegre el día: