Las secuelas físicas que ‘El juego del calamar’ dejó a su director

El juego del calamar es el fenómeno del año en Netflix. Un grupo de casi medio millar de personas con problemas económicos decide participar en un juego en el que hay un suculento premio en metálico que les podría cambiar la vida (concretamente, el premio al que aspiran es de 45.600 millones de wones, unos 33 millones de euros).

Desde que se estrenara el pasado 17 de septiembre, la serie ha batido récords de audiencia: ya se sitúa en el TOP 10 de series más vistas de la historia de Netflix y, a este ritmo, podría hacerse con en el primer puesto. Pero se suele decir que existe la otra cara del éxito… Y es que, para el creador de la serie, Hwang Dong-hyuk, no todo ha sido un camino de rosas.

Estrés de gran intensidad

Al director surcoreano le vino la idea de ‘El juego del calamar’ en el lejano 2008, pero solo se encontró con dificultades, ya que la serie fue rechazada durante 10 años por las productoras (y ahora seguramente se arrepienten). Pero no solo eso…

En una entrevista a la CNN, Dong-hyuk ha confesado que la intensidad y el estrés del rodaje le han provocado daños físicos que aún arrastra. Tal fue el nivel de estrés que perdió seis dientes: «En mi lado izquierdo, todavía me faltan dos molares. Necesito implantes, pero no he tenido tiempo«, expresa.

¿Habrá segunda temporada?

Y es que Dong-hyuk no solo dirigió la serie, sino que también la produjo y escribió su guion, por lo que su carga de trabajo diario era enorme. Y es que, tras la experiencia vivida para la producción y el rodaje de la primera temporada, no le hace mucha gracia pensar en una continuación:

«Realmente fue una tarea muy grande. Cuando pienso en hacer lo mismo para la segunda temporada, personalmente estoy un poco preocupado«, asegura. Pero no perdáis la calma: a pesar de que la idea no le entusiasme del todo, lo está contemplando y eso, a nosotrxs, nos da esperanza.

La experiencia del reparto

Tampoco fue un camino fácil para los actores y actrices, ya que el rodaje era muy intenso: «Fue un rodaje que físicamente pidió mucho de todos nosotros. Cada vez que alguien actuaba o se producía un accidente o se le rompía la ropa o había lloros, este tipo de incidentes se convertían en nuestro último juego del día«, detalla el director surcoreano. Eso sí, hemos podido ver fotografías detrás de las cámaras y, la verdad, parece que se lo pasaban muy bien.

 

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Fuente: formulatv