7 actores y actrices que se tomaron demasiado en serio a sus personajes

A estos actores y actrices se les fue un pelín de las manos el papel con el que estaban trabajando… a veces por sí mismos y otras por exigencias de quien les dirigía.

Natalie Portman en ‘El cisne negro’ (2010)

Portman ganó un Óscar por su increíble actuación en esta película, pero el rodaje fue extremadamente duro. Las 15 horas de trabajo diario, los entrenamientos de ballet y natación y las dietas acabaron afectando la salud mental de la actriz. En una entrevista reconoció que al aceptar la película no sabía en lo que se estaba metiendo. Además, el director (Darren Aronofsky) la aisló de sus compañeros y compañeras de rodaje para que se sintiera como la protagonista de la historia.

Rooney Mara en ‘La chica del dragón tatuado’ (2011)

En esta ocasión, a Mara le tocó grabar con el exigente David Fincher. Si ya normalmente siempre intenta trabajarse a fondo sus personajes, esta vez la actriz hizo de todo para encarnar a Lisbeth Salander: memorizó sus diálogos, aprendió kickboxing, a conducir moto y cambió su aspecto cortándose el pelo y haciéndose piercings. Trabajaba 16 horas al día y solo tenía un día de descanso a la semana.

Christian Bale en ‘El maquinista’ (2004)

No es la primera vez ni será la última que Bale cambia por completo de aspecto para interpretar a un personaje. Sin embargo, en esta película se coronó: tuvo que perder 30 kilos (llegando a pesar solo 55kg) tomando una manzana y un vaso de whisky al día… y sacrificar su salud mental. Al terminar el rodaje se sometió a terapia para controlar los principios de anorexia que padecía.

Shia LaBeouf en ‘Charlie Countryman’ (2014)

Para rodar la película Fury, el actor se quitó un diente, se cortó la cara y dejó de ducharse. No había necesidad ninguna de llegar a esos extremos, pero al público le encantó. Algo parecido le ocurrió cuando trabajo en ‘Charlie Countryman’, en la que un hombre empieza a consumir sustancias alucinógenas para escapar de su aburrida vida. No podemos saberlo al 100%, pero dicen que a raíz de esto Shia empezó a consumir sustancias justificándose con el trabajo.

Alex Wolff en ‘Hereditary’ (2018)

En este thriller psicológico, el director intentó crear un ambiente específico para provocar reacciones reales en los actores y actrices que estaban rodándolo. Wolff ha declarado en algunas entrevistas que este film sobre una familia acechada por extraños entes le produjo un severo desgaste emocional.

Bill Skårsgard en ‘IT’ (2017)

El gran trabajo de maquillaje y vestuario que se llevó a cabo para caracterizar a Bill como el payaso Pennywise hizo mella en el actor. Según cuentan, se asustaba tanto al mirarse al espejo que empezó a tener pesadillas con su propio personaje. De nuevo el protagonista no se relacionó mucho con sus compañeros de rodaje para mantener la esencia del payaso diabólico y solitario, hecho que le afectó bastante emocionalmente.

Daniel Day-Lewis en ‘Mi pie izquierdo’ (1989)

El largometraje explica la vida de un artista irlandés llamado Christy Brown, que sufría parálisis cerebral y solo podía mover su pie izquierdo (con el que pintaba y escribía). Daniel Day-Lewis fue el encargado de darle vida, y para ello decidió postrarse en una silla de ruedas y contratar a un cuidador que lo alimentara con papillas. Dicen que lo pasó bastante mal físicamente al intentar volver a la normalidad.

¿Has visto alguna de estas películas? ¿Te imaginabas que sus protagonistas lo hubiesen pasado tan mal en la vida real?

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Fuentes: La Guía del Varón

Por último, esperamos que este erizo te alegre el día: